El Consorcio Provincial de Bomberos (CPB) de Málaga busca nuevos aires. Tras la salida del anterior director técnico y jefe provincial, la apuesta de la Diputación de Málaga se llama Julián Moreno, un bombero enamorado de su profesión con 26 años de trayectoria. Licenciado en Psicología y con un máster en Prevención de Riesgos Laborales en tres especialidades diferentes, comenzó su carrera en 1992 en Estepona, donde tiene su plaza de cabo, aunque ha llegado a ejercer en comisión de servicio como sargento jefe (2010-2012) y jefe de parque (2012-2013). Tras volver a su plaza tres años, en 2016 dio el salto al consorcio como responsable en Prevención de Riesgos Laborales. Su gestión no pasó desapercibida y desde hace mes y medio está al frente de 270 bomberos repartidos en 24 parques de una quincena de municipios que suman una población de 600.000 habitantes.

¿Cómo le llega la oportunidad de la dirección técnica?

La llegada del nuevo presidente al consorcio supuso la búsqueda de un nuevo impulso en todos los ámbitos. Su objetivo es revalorizar el gran capital humano con el que contamos y adaptar la institución al siglo XXI. Él y el gerente me lo plantearon y acepté.

¿Le costó mucho decidirse a aceptarlo?

No. La propuesta me ha llegado en el mejor momento. Si esta oportunidad se me hubiera presentado hace diez años seguramente no me habría visto capaz, pero considero que tengo la madurez profesional para afrontarlo. Durante estos dos últimos años mi relación con ellos ha sido muy buena y conocen perfectamente mi forma de trabajar. Me dijeron que querían un consorcio moderno y me ofrecieron la dirección operativa coincidiendo con que mi predecesor estaba valorando dejar el cargo.

¿Cómo ha sido su aterrizaje en el cargo?

Me he encontrado con una estructura funcional, pero creo que es necesaria una nueva visión que potencie el capital humano. Si hay algo que destaca en el Consorcio Provincial de Bomberos son los magníficos profesionales con los que cuenta.

¿Cuál ha sido su primera decisión?

Lo primero que me he propuesto es transmitir a todos que existe un gran proyecto, pero que hay que seguir trabajando para mejorar muchas cosas.

¿Por ejemplo?

La comunicación a todos los niveles, la motivación de la plantilla, profundizar en la metodología de trabajo en las intervenciones o unificar los trenes de salida.

¿Y medios?

También, por supuesto. Vamos a incorporar ropa y cascos forestales nuevos, equipos de altura, incluso está previsto que durante el segundo trimestre del año incorporemos más de una veintena de vehículos para modernizar el parque móvil de los parques.

¿Cómo le han recibido los sindicatos?

He tenido un buen recibimiento tanto de la plantilla como de las organizaciones sindicales.

Con el mes de agosto en el horizonte, ¿qué balance puede hacer de la temporada de incendios?

El balance es, por ahora, positivo. La meteorología está ayudando mucho. Está siendo un verano atípico, más fresco de lo habitual, y ayuda mucho a la hora de enfrentarse a un incendio forestal. Hasta el momento el número de incidencias es parecida a otras temporadas, pero el tamaño de las superficies afectadas son menores. En cualquier caso tenemos que seguir trabajando, todavía queda mucho verano.

¿Cuáles son las zonas más sensibles?

La comarca de la Axarquía, sobre todo por la zona de Vélez Málaga, y Antequera, donde hay superficies muy grandes, ya sean de cultivos o de pasto y donde hay que trabajar más la limpieza de las parcelas.

¿Ha mejorado la conciencia del ciudadano respecto a los incendios forestales?

Sin duda, pero queda mucho por hacer. Nuestro objetivo es alcanzar cero incendios en los que tenga que ver el factor humano. Esto solamente se puede conseguir con campañas de concienciación y la educación entre los más jóvenes, por lo que vamos a intentar organizar charlas en colegios de toda la provincia.