­El motor que lleva su nombre es uno de los inventos del siglo. Rudolf Diesel tiene 34 años cuando obtiene la patente. El motor de combustión interna, mejor conocido como diésel, ha sido hasta hace poco uno de los grandes paradigmas de la ingeniería alemana. En estos momentos, ha entrado en una espiral de desacreditación como nunca antes en la historia. A la idea de que las partículas que emite un motor diésel tienen un mayor impacto sobre el medioambiente, se le suma un nuevo Gobierno, el de Pedro Sánchez, con una clara voluntad de reducir el peso que tienen este tipo de motores en las carreteras españolas. En este contexto de incertidumbre, los concesionarios de la provincia tienen cada vez más problemas para comercializar coches con motor diésel.

Carlos Oliva, el presidente de la Asociación de la Asociación Malagueña de Automoción, asegura que «no hay nada que perjudica más a la decisión de comprar un vehículo que la incertidumbre». Así, los coches con motores diésel se están convirtiendo en elementos casi invendibles en estos momentos. Un comercial de uno de los tradicionales concesionarios de Málaga que se ubica en la Avenida de Velázquez describe una situación que se está convirtiendo en cotidiana y que sintetiza lo que está pasando: «Ayer, vino al concesionario un cliente para cambiar su reserva. Hace una semana encargó un diésel y ahora lo ha cambiado por un gasolina». La sensación de que los motores diésel tienen los días contados está teniendo su impacto en las propias cifras de ventas. Los concesionarios de la provincia han registrado en el primer semestre un desplome en los coches diésel del 20,4%, según los datos facilitados por la Asociación Malagueña de Automoción.

Oliva, con una larga experiencia en el sector del automóvil, lamenta que las dudas que se están creando en torno al diésel y habla directamente de una «demonización» con un efecto negativo por partida doble que no sólo afecta a los concesionarios, sino que incumbe, también, al cliente: «Estamos fomentando la compra irracional. Hay muchos conductores que por el uso que le dan al coche, pues el diésel sigue siendo la alternativa más atractiva. A pesar de ello, estamos viendo como éstos también están optando por un coche de gasolina. Si haces todos los días muchos kilómetros, te sigue interesando un diésel». Hasta hace no mucho, recuerda Oliva, la tendencia, casi compulsiva, era al revés: «Conductores que le dan poco uso al coche, que lo tienen el mayor tiempo encerrado en la cochera. Tratabas de explicarle al cliente que por los pocos kilómetros que hacían, le sería más rentable un gasolina, pero como el diésel estaba de moda, pues tenía que ser diésel».

Es verdad que los propios fabricantes también se están alejando del diésel. Volvo, por ejemplo, ha tomado la decisión de dejar de desarrollar motores diésel a partir de 2019. No se sabe bien si en esta decisión han influido los aspectos medioambientales o si se trata, simplemente, de una lectura conforme a la evolución del mercado. Lo que sí está claro es que los nuevos motores diésel que están saliendo de las cadenas de montaje no contaminan más que un motor de gasolina.

Oliva asegura que se está distorsionando un debate en el que se mezcla todo sin hacer las concreciones necesarias. «Cuando se habla de que el diésel contamina más, hay que hacerse la pregunta de qué estamos hablando. Si lo hacemos de un coche con 20 años, pues claro que contamina. Ahora, los coches diésel que salen hoy de las fábricas cumplen de sobra con todas los estándares que vienen marcados por la propio Unión Europea», explica Oliva.

El resultado, en consecuencia, es una situación contradictoria. Coches diésel que son menos dañinos para el medio ambiente cogen polvo en los concesionarios mientras que se incrementa la venta de coches de gasolina que contaminan más. Entre un diésel de última fabricación y un gasolina de segunda mano, el primero siempre va a ser menos perjudicial para el medio ambiente que el segundo. Eso tiene que ver con el propio funcionamiento de los motores. Hoy un motor diésel emite mucho menos Co2 que un motor de gasolina. Carlos Sedano, una de las voces más experimentada del motor en Málaga e instructor de conducción para BMW, explica una situación que él considera como sinsentido. «Nunca en la historia ha habido motores tan eficientes como los diésel Euro6, que salen desde enero de 2018. Sus niveles de emisión están a la par que los motores de gasolina. La emisión de partículas Co2, que provocan el efecto invernadero, son mucho menor que los de un coche de gasolina».

«Hay ya países que tienen un repunte de Co2 porque todos se pasan a la gasolina. No tiene sentido que ahora, cuando los diésel son los motores más limpios de la historia, exista esta intención de cambiar a todo el mundo al coche de gasolina. Cuando por kilometraje el uso del diésel está justificado», añade.

A pesar de los mensajes lanzados recientemente por la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, asegurando que «el diésel tiene los días contados», Sedano vaticina todo lo contrario y no duda en tildar la actitud de la ministra de «irresponsable»: «Para personas que hagan un uso profesional del coche, el diésel todavía sigue siendo un vehículo absolutamente rentable. El 98% del transporte profesional que se hace en España, se hace con vehículos diésel. La ministra ha lanzado la piedra y ha escondido la mano. Eso ha sido irresponsable». Lejos de tener los días contados, Sedano sentencia que «vamos a tener diésel durante décadas».

Sin restricción en Málaga

Los planteamientos por parte del Ayuntamiento respecto al diésel entroncarían en esta línea. El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, descarta establecer zonas restringidas al diésel en la capital. «Málaga no tiene nada que ver con Madrid desde el punto de vista atmosférico. Felizmente, es una ciudad abierta al mar y una ciudad más reducida en tamaño y eso se nota», explicó el alcalde a este periódico.