En la tarde del 1 de mayo, minutos antes de la visita del alcalde, Francisco de la Torre, a La Mosca, la mitad de un eucalipto junto al cauce del arroyo Jaboneros se desplomó sobre la calle Eucaliptus y derribó un poste de la luz y otro del teléfono.

«Faltó nada para que matara a un matrimonio; no lo mató porque los cables frenaron la caída y escucharon el ruido; si no, los mata», comenta José Martín, uno de los vecinos más antiguos de La Mosca.

José mostró el destrozo al alcalde y como recuerda, «Francisco de la Torre dijo que esos árboles había que rebajarlos porque estaban demasiado altos».

Sin embargo, Francisco Vertedor, de la asociación de vecinos de La Mosca, cuenta que el Ayuntamiento se limitó después a desbrozar todo lo que invadía la acera.

«Pero el resto, nada. En 30 ó 40 años esa zona de eucaliptos no la he conocido limpia», cuenta José Martín, y como ejemplo, muestra un eucalipto semidesplomado sobre un tronco vecino, en mitad de la espesura que escolta el cauce. «Ese árbol lleva así unos 15 años, nadie se ha preocupado por él», critica.

La frondosidad y altura que ha ido adquiriendo el eucaliptal empieza a preocupar a los vecinos, sobre todo después de ver la voracidad de los incendios en Grecia.

En el caso de la calle Eucaliptus, la copa de muchos de estos árboles se extiende sobre la calle, y al otro lado hay una hilera de viviendas. «Con la altura que tienen esos árboles, arderían más de cincuenta casas», teme José Martín.

El veterano vecino de La Mosca sólo pide que «por lo menos, el Ayuntamiento haga lo que el alcalde dijo, porque es una cosa de lógica. Los vecinos pedimos que se pode hasta unos 10, 12 metros para que el fuego no llegue a las copas».

En opinión de Francisco Vertedor, «la situación es lastimosa», y reclamó «una limpieza correcta de los árboles, y si tiene que venir un técnico, pues que venga».

El dirigente vecinal aprovecha para criticar el que, «con tantas limpiezas y podas que se hacen en Málaga, aquí en la barriada de La Mosca nos tienen abandonados y discriminados. Esto es un bosque salvaje y el día que se prenda fuego lloraremos y lo lamentaremos, por eso los vecinos están muy preocupados».

Cuestión aparte es quién debe actuar en el cauce. La asociación de vecinos de La Mosca cree que la sentencia del Supremo de enero de este año que señala que la limpieza y conservación de los arroyos en Málaga capital le corresponde al Ayuntamiento no deja lugar a dudas.

El director general de Medio Ambiente, Luis Medina-Montoya, comentó ayer que esta actuación «le corresponde al área de Servicios Operativos que tiene la partida para actuar en ellos».

La concejala de Servicios Operativos, Teresa Porras, sin embargo, indicó ayer que a su área le corresponde limpiar arroyos pero no podar, y precisó que la competencia es tanto del Ayuntamiento como de la Junta: «Somos todos».

Los vecinos, subrayan, quieren que se pode ya, sea cual sea la administración.