­Psicólogo de formación, escritor en sus ratos libres y taxista a diario. Jesús Báez fue la voz que puso calma en la asamblea sectorial que decidió desconvocar el paro del taxi el pasado miércoles. «Desconvocamos si tú te comprometes a ponerte al frente», llegó a exclamar un asistente a la asamblea. Una petición correspondida por aplausos de unanimidad. Así, Báez es ahora el coordinador del Comité del Taxi de Málaga, creado para poner sobre la mesa las demandas del sector y vigilar que se cumpla con lo ofrecido y dar sustancia a la «tregua» que se dio.

Desconvocada la huelga, ¿cuál es la actual foto fija?

Es muy sencillo. Hemos estado haciendo una serie de protestas y el Gobierno nos ha tendido un ofrecimiento. Nosotros hemos demostrado nuestra buena voluntad de cara a septiembre. Nos gustaría insistir en que no es que hayamos finalizado la huelga sino que hemos decidido darle una tregua al Gobierno y, sobre todo, al ciudadano. Nuestra situación, por desgracia, permanece igual.

¿Por qué el taxi le ha declarado la guerra a las VTC?

Nosotros no le hemos declarado una guerra a las VTC. Lo que estamos intentando es defendernos de un ataque que hemos sufrido por parte de las VTC. El taxi son unos 70.000 autónomos y cada uno es su propia empresa. Eso contradice, automáticamente, cualquier idea de que nosotros somos un monopolio. Uber y Cabify han desembarcado aquí utilizando palabras como «monopolio», «movilidad sostenible», «economía colaborativa» para que cale en la opinión pública y dar a entender que el problema es el taxi. Nosotros llevamos conviviendo 40 años con las VTC tradicionales en la Costa del Sol. Lo que se esconde detrás de esa palabrería es un intento de hacerse con un sector del transporte y, luego sí, convertirlo en un monopolio.

¿La huelga en Málaga que se inició el pasado domingo ha servido de algo?

Por la circunstancia concreta de la Costa del Sol y por la época en la que estamos, sabíamos que no podíamos dejar a Málaga sin un servicio. Y no ha sido por un motivo de facturación porque la gente que no ha trabajado ha estado activa en piquetes informativos. Se han garantizado los servicios mínimos en todo momento. Pero para lo que ha servido es para informar a la población de nuestro problema.

¿No teme que ha sido la mejor publicidad para Uber y Cabify?

Puede que algunas personas se hayan decantado en estos días por estas opciones. No tenemos ningún problema. Nosotros no estamos en contra de la competencia. Estamos en contra de que esta competencia pague menos impuestos y lo haga fuera de España. También ha servido para unir al sector. Diría que el taxi, en la Costa del Sol, nunca ha estado más unido. Nosotros tenemos a muchos clientes que vienen después de una mala experiencia con Uber o Cabify. Eso es una garantía de que lo estamos haciendo bien.

¿Cuáles son las exigencias específicas para la provincia que se van a plantear después de agosto?

Si hablamos de la provincia de Málaga, pedimos una regulación de lugares que se llaman áreas de influencia, según la ley. Vamos, que son las estaciones de trenes y los aeropuertos. Que se cumpla la proporción de 1/30. En ciudades como Málaga hay una VTC por cada dos taxis. También pedimos que la Policía Local garantice las medidas de control oportunas. Hoy, si nos damos un paseo por el aeropuerto, concretamente por la zona del tubo, donde esperan las VTC, podremos ver que hay vehículos con licencias concedidas en Badajoz, en Ciudad Real o en otros pueblos del interior. Y eso es por falta de inspección. La Policía Local, a la que tenemos que agradecer el apoyo que nos ha prestado en esta huelga, sabe muy bien lo que tiene que pedirle a un taxista, pero, hasta hace poco, no sabía qué pedirle a un Uber o Cabify.

En las reuniones que el sector ha mantenido con el alcalde, ¿De la Torre ha hecho algún tipo de concesión?

El alcalde ha mostrado su compromiso con el servicio público. Espero que haga valer esas prerrogativas que tenemos, que no son privilegios, sino que responden a que nosotros pagamos muchos impuestos.

¿Cómo ve la situación con respecto a la Feria? ¿Teme que se produzca una situación como la del año pasado?

El sector del taxi no quiere que se repitan los acontecimientos del año pasado ni provocarle al malagueño o al turista la incomodidad que le pudimos provocar en su momento. Lo que sí es cierto es que aquí nos estamos jugando bastante. Estos días de huelga, estas empresas han intentado provocar que tuviéramos altercados contra ellos. La provocación siempre viene por parte de ellos. Ahora mismo, por razones de seguridad, Uber y Cabify no deberían entrar al Real de la Feria. El taxista que entra al Real es una persona que ha pasado una serie de exámenes por parte del Ayuntamiento.

¿Puede descartar una nueva huelga en Feria?

Nuestro planteamiento actual es no caer en provocaciones. Pero si esas provocaciones traspasan el límite de lo soportable, los taxistas nos volveríamos a reunir en asamblea para decidir nuestras acciones. No queremos fastidiar a la gente en Feria, pero depende de que no nos provoquen.