Las administraciones intentarán agilizar las depuradoras que se encuentran en obras en la provincia de Málaga y conseguir que la llegada del año 2020 sea también la del tan ansiado «vertido cero». Es la respuesta institucional a una multa de 12 millones de euros que Europa ha vuelto a imponer a España por sus reiterados incumplimientos en una materia tan importante como el saneamiento integral, máxime en un país turístico de primer orden y que tiene en sus playas uno de sus mayores atractivos promocionales.

En la lista de «asignaturas pendientes» de todo el país, la Costa del Sol aporta hasta tres puntos negros: Nerja, Alhaurín el Grande y Coín. El primero de estos municipios podría tener su EDAR ya en periodo de pruebas con los primeros meses de 2019. Así podría dejar de tener el dudoso honor de ser el único municipio costero de la provincia que vierte sus aguas residuales directamente al mar.

El Ayuntamiento nerjeño confía en que el Ejecutivo central logre culminar los últimos flecos. De hecho, los retrasos de los dos últimos años vienen derivados de la quiebra de la empresa adjudicataria. Los trabajos están ejecutados por encima del 90%, como ha constatado el equipo de gobierno local. Asimismo, las mismas fuentes recuerdan que paradójicamente esta depuradora fue declarada en 1993 «como prioridad absoluta». Sin embargo, municipios también turísticos como el vecino Torrox.

El presidente de la Asociación de Empresarios Hoteleros de la Costa del Sol (Aehcos), Luis Callejón, ha insistido en estos días en el lastre que supone tener una provincia aún presente en la lista negra de Europa, respecto a la falta de saneamiento integral, «pese a que administraciones supramunicipales como la Junta de Andalucía».

En la lista de la anterior sanción a España, que se remonta a 2011, también figuraban las obras pendientes de la EDAR de Estepona-San Pedro. Afortunadamente estas sí que se han podido culminar en estos últimos años. Para el presidente del Foro de Saneamiento Integral de la Costa del Sol, Antonio Aranda, que Málaga haya recorrido un periodo de 15 años sin alcanzar el vertido cero es «una absoluta vergüenza». Y es que Europa esperaba ya para hace una década y media haber conseguido acabar con este problema. La actual sanción parte del reiterado incumplimiento de aquel objetivo.

Aranda insta al Gobierno central a que no demore más la apertura de las instalaciones nerjeñas y a que inicie las obras en Alhaurín el Grande, presupuestadas en alrededor de 48 millones de euros. Pero también reclama a la Junta de Andalucía, en cuanto al otro proyecto pendiente en el Guadalhorce, que ponga en marcha unas obras como las de Coín, «que de sobra ha podido financiar con los casi 400 millones de euros que hasta finales de 2016 ya había recaudado en concepto del canon del agua que cobra a todos los ciudadanos de Andalucía».

También lamentan el lastre que en materia turística suponen estos retrasos colectivos las asociaciones de empresarios. Una de las más críticas, por sufrir de primera mano los efectos de la falta de vertido cero, es la nerjeña. «Somos el foco de atención una y otra vez, aunque afortunadamente no estamos a estas alturas como hace un año, con la empresa en quiebra y sin ningún avance. En breve esperamos que se pueda alcanzar el periodo de pruebas», señalan sus portavoces.

Agrupaciones provinciales que están directamente vinculadas al sector pesquero han alzado asimismo su voz. Los representantes de distintas artes que en estas fechas andan pendientes de las restricciones que impone Bruselas para aligerar la pesca en el Mediterráneo apuntan que la falta de saneamiento también está detrás de ese agotamiento de los caladeros al que aluden los técnicos comunitarios para reducir los días disponibles para faenar.

Igualmente han alzado su voz colectivos ecologistas como Equilibrio Marino, que asegura que esta última sanción llega «cuando ya existen áreas gravemente deterioradas. Los ecosistemas marinos de Nerja y algunas zonas del Paraje Natural de los Acantilados de Maro Cerro-Gordo sufren un grave deterioro por la gran concentración de nutrientes y materia orgánica de las aguas residuales», apunta el portavoz de esta asociación axárquica, Fernando Alarcón. Todos sueñan con que 2020 sea el definitivo año del «vertido cero».