La esgrima histórica, un arte marcial europeo con muchos siglos detrás, desapareció con la llegada de las armas de fuego. Ahora, en Málaga, la Asociación Malacitana de Esgrima Histórica (AMEH), perteneciente a la Federación Española de Esgrima Histórica, lucha por recuperar esta «parte importante de la Historia», explica el presidente de AMEH, Juan Fernando Vázquez.

Practican una técnica de combate que data de entre los siglos XIV y XVI y utilizan, fundamentalmente, espadas de mano y media -también llamadas bastardas- y ropera, aunque también se forman en el manejo de la daga y en el combate cuerpo a cuerpo. «Los caballeros de la época eran entrenados en todos los campos», señala Vázquez, que detalla que la asociación intenta trabajar también a nivel completo a raíz del estudio de documentos de la época.

Los dos instructores que se encargan de enseñar este arte en Málaga obtienen sus conocimientos de los tratados encontrados de los siglos XIV al XVII que versan sobre la práctica de la lucha y del combate de armas blancas. Porque una de las labores de AMEH es comprender e interpretar estos documentos. De esta manera, el conocimiento adquirido sobre las técnicas de combate se pone en práctica en los entrenamientos físicos.

En total son unas 25 personas las que ponen en practican la esgrima histórica, un subconjunto de las Artes Marciales Históricas Europeas. Éstas, a diferencia de las artes marciales asiáticas, fueron abandonadas en favor de la superioridad tecnológica o se transformaron en deportes como la esgrima deportiva o el boxeo. Por ello no existe una tradición de enseñar estas artes marciales y se han tenido que recuperar a través de manuales y escritos de la época.

Y es que la esgrima deportiva llevó el arte marcial al ámbito deportivo y, además -indica el también instructor de lucha cuerpo a cuerpo- utilizan armas como el florete o el sable, que datan de los siglos XVIII y XIX.

Esta labor de recuperación histórica es relativamente nueva, pues AMEH lleva trabajando en ella diez años y en España, según Vázquez, la persona que ha investigando y practicado la esgrima antigua llevará unos 15 años.

Compañerismo

El presidente de AMEH destaca que la esgrima histórica, que también es conocida como antigua, aporta elegancia, compañerismo, respeto al adversario y, además, desestresa y enseña a la vez que se aprende Historia.

«No somos actores ni recreadores», subraya Juan Fernando Vázquez, aunque añade que su participación en recreaciones históricas, en obras teatro e incluso en películas es la forma perfecta de dar a conocer y «enseñar a los malagueños parte de nuestra Historia». Entre otros actos, participan con la Asociación Zegrí en las visitas guiadas por la Alcazaba recreando combates y en la Cabalgata Histórica que pone el punto final a la Feria, así como en actividades benéficas.

Tras el verano, los amantes de la esgrima histórica han vuelto a los entrenamientos, que tienen lugar en la sala de armas en un local del Puerto de la Torre. Allí se reúnen perfiles de todo tipo: personas de entre 18 y 54 años, mujeres, hombres, gente a la que le gusta la Historia, aficionados al cine... «Cada uno viene motivado por algo», cuenta Juan Fernando, pero todos comparten una pasión: mantener viva esta parte de la Historia.