En total de 12 centros y unidades de la sanidad pública malagueña cuentan en la actualidad con el distintivo 'Centros contra el dolor', un reconocimiento que premia el trabajo de las entidades y profesionales que están comprometidos con el abordaje del dolor. Andalucía es la primera comunidad autónoma que cuenta con un distintivo específico en este ámbito.

El dolor, cuyo día mundial se celebra este 17 de octubre, es un problema muy frecuente en la población --una de cada seis personas presenta dolor crónico-- que repercute en la calidad de vida de las personas y supone una carga importante para los sistemas sanitarios. Pese a existir medios técnicos suficientes para minimizarlo o solucionarlo, a menudo es un problema infraevaluado e infratratado.

El programa 'Centros contra el dolor', que el próximo 25 de octubre recibirá el reconocimiento como buena práctica del Sistema Nacional de Salud por parte del Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar Social, pretende fomentar la adopción de buenas prácticas en la atención del paciente con dolor, ofreciendo a los centros y unidades sanitarias unos criterios de calidad con los que guiar y mejorar su atención a estas personas, según ha informado la Junta en un comunicado.

Desde el inicio del programa, 12 centros y unidades clínicas de la sanidad malagueña han conseguido 16 distintivos, en las diferentes modalidades del dolor: dolor crónico (5), dolor en urgencias y emergencias (3), dolor perioperatorio (5) y dolor asociado a procedimientos (3).

Asimismo, de los 16 distintivos otorgados, tres pertenecen al nivel de atención primaria (centros de salud de Mollina, Alameda-Perchel y Ciudad Jardin), once de atención hospitalaria (a distintas unidades del Hospital Costa del Sol y del Hospital Regional), una al servicio de emergencias 061 y una al servicio interniveles de Oncología Médica de los hospitales Regional y Virgen de la Victoria.

La Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (ACSA), a través del Observatorio para la Seguridad del Paciente, ofrece a los centros y unidades en torno a 70 recomendaciones, elaboradas por un comité técnico asesor, que abordan diversos aspectos relativos a la información que se proporciona al paciente sobre el abordaje del dolor, la formación de los profesionales, la evaluación sistemática del dolor, el tratamiento del dolor en el proceso asistencial, el seguimiento del paciente, mejoras posibles, y estructura organizativa que mejor apoya la atención al dolor.

Las recomendaciones constituyen un patrón de referencia para la autoevaluación que los centros y unidades realizan para ser reconocidos como 'Centros contra el dolor'. Gracias a esta autoevaluación, los profesionales pueden comprobar el nivel de implantación en su centro de una serie de buenas prácticas relacionadas con el abordaje del dolor, que posteriormente son evaluadas por el Observatorio para la Seguridad del Paciente.

Esta iniciativa se desarrolla en el marco de la Estrategia para la Seguridad del Paciente y del Plan Andaluz de Atención a las Personas con Dolor de la Consejería de Salud, que se puso en marcha en 2009 con el objetivo de ofrecer una respuesta integral a este problema.

A través de esta herramienta, se trabaja de forma proactiva e integrada, articulando acciones de prevención y detección precoz así como de tratamiento sobre la base de la evidencia científica. También se aborda el dolor en el sistema sanitario público a través de la puesta en marcha de modelos organizativos que garanticen equidad en el acceso a los servicios, y mediante una apuesta por la formación y la investigación para avanzar en calidad asistencial y seguridad; por último, una pieza fundamental es el aumento de la participación de los pacientes en el manejo de su propia situación de dolor.

Esta estrategia presta especial atención a las poblaciones vulnerables, como son la población infantil, las personas mayores, las personas con problemas de salud mental y las personas discapacitadas. Hasta ahora, el desarrollo del Plan ha permitido que el 80 por ciento de los problemas de dolor sea abordado en Atención Primaria, con un fuerte protagonismo de la enfermería.