Los alumnos con altas capacidades también tienen necesidades educativas especiales. En este caso no es por déficit o dificultad para el aprendizaje. Sin embargo, la falta de recursos hace que no reciban una atención adecuada, según denuncian sus padres. Es más, a pesar de los esfuerzos de Educación, los test que se hacen en clase dejan sin detectar a un 4% de alumnos. Los equipos de orientación ya trabajan con los escolares de cinco años, cuando todavía están en la etapa Infantil, para saber si tienen sobredotación intelectual. Pero la mayoría no son identificados.

Las estadísticas internacionales dicen que el 5% de la población escolar puede tener sobredotación intelectual. Sin embargo, en Málaga hay identificado [datos del pasado curso escolar 2017/2018 aportados por la asociación ASA] un 0,72%. Un diagnóstico precoz es fundamental para conseguir un desarrollo correcto de ese alumno. Pero muchos se escapan, ya que las evaluaciones que se hacen en Infantil , como explica María Rodríguez, presidenta de ASA, con cinco años la batería de preguntas que se les hacen las responden sus profesores y sus padres «y no lo hacemos de una forma objetiva».

Los datos de los que dispone la Delegación Territorial de Educación difieren un poco, aunque no mucho. La Junta habla de que en la provincia hay unos 4.000 alumnos con altas capacidades identificados, es decir, un 1,3% de la población escolar. Según informa, desde los diferentes centros educativos «se están generalizando medidas educativas que van desde la aplicación de medidas ordinarias de atención a la diversidad que facilitan y favorecen la adaptación y el ajuste del alumnado con Altas Capacidades, como son metodologías cooperativas, aprendizaje basado en proyectos, investigación... Hasta las medidas específicas como pueden ser el desarrollo de programas de enriquecimiento mediante diferentes modalidades, en horario lectivo, mediante agrupamiento de alumnado de diferentes niveles educativos, mediante la creación de rincones de enriquecimiento, desarrollo de Adaptaciones curriculares tanto de profundización como de ampliación para aquellos alumnos y alumnas con superdotación intelectual a los que se les va a proponer la medida de flexibilización de su etapa educativa. Siendo cada vez más el profesorado interesado en conocer la diversidad de medidas, iniciándose y profundizando mediante la formación permanente», explica la Delegación.

Solo los que superan este primer test en Infantil hacen un segundo y pasan por un estudio psicopedagógico. ¿Pero qué pasa con los 15.000 alumnos que no son identificados en Málaga?

Depende del niño. Porque hay distintos perfiles. «Un niño que tiene un perfil académico, con alto rendimiento, puede salir adelante sin ningún tipo de problema. Pero dentro de las altas capacidades hay un 60% de fracaso escolar, lo que no deja de ser un poco una paradoja», explica la presidenta de ASA. Es decir, que si uno de estos alumnos invisibles para el sistema no recibe una atención a tiempo «se puede perder por el camino».

Se aburren en clase porque reciben contenidos que realmente ya saben. Su día a día se convierte en un más de lo mismo, porque su educación no se adapta ni a sus necesidades ni a sus intereses. Y eso, en algunos casos, deriva en casos de conflictividad en el aula. Ese alumno puede llegar a molestar el desarrollo normal de las clases, o trasladar a casa toda su frustración acumulada.

El propósito de la identificación temprana de este alumnado no es etiquetar sino ofrecerle una respuesta ajustada a sus necesidades educativas. Las actuaciones de la Consejería van encaminadas también a disminuir el tiempo de respuesta en cuanto a la evaluación y la intervención, aumentar el entendimiento y la colaboración con las familias, ayudar a eliminar los prejuicios, contribuir a la formación del profesorado y aumentar la sensibilidad hacia el entendimiento de las altas capacidades intelectuales.

Y la familia juega un papel fundamental. Los padres son los primeros que pueden detectar que sus hijos tienen sobredotación intelectual y altas capacidades, ya que los niños superdotados suelen tener un perfil común, son precoces para andar, hablar y leer. Su curiosidad parece no tener límites. Estas características comunes pueden servir a las familias para conocer rápidamente si están ante un caso de sobredotación intelectual en casa. Son niños muy maduros para su edad. Por ello, les preguntan en los test, que tienen que rellenar al final del curso y antes de abandonar la etapa de Infantil, por asuntos relativos a su constancia, su memoria, su sensibilidad a los problemas de los demás, su curiosidad o su interés por asuntos trascendentes como la justicia, la muerte o la religión.

Rodríguez lamenta además que el protocolo de actuación implantado por la Junta en 2011, no sirvió para formar suficientemente al profesorado. Además, critica que para toda la provincia solo hay un orientador y una profesor especializados, «insuficiente para poder atender todos los niños detectados y más escasos aún para todos los que deberán ser identificados».

La Delegación, por su parte, destaca que para que la atención educativa al alumnado con altas capacidades «sea una atención de calidad», la provincia cuenta con un equipo de orientación educativa especializado «que desarrolla labores de asesoramiento en las diferentes fases: detección, identificación y organización de la respuesta educativa».

Del mismo modo, la Junta destaca la labor de coordinación con los profesionales de asociaciones o gabinetes que trabajan con el alumnado con altas capacidades y sus familias, «siendo ya el tercer curso en el que se está creando una red de colaboración estrecha, sistematizada y planificada entre el movimiento asociativo, la Universidad y los profesionales del ámbito educativo».