El último 8 de marzo significó un antes y un después en la histórica lucha de la mujer por la igualdad y la equidad en una sociedad que sigue sin ponerle las cosas fáciles. Las calles de Málaga, y de toda España, se tiñeron entonces de violeta. El Centro de la ciudad acogió una de las manifestaciones más multitudinarias que se celebraron en el país. El mensaje resuena. Y cala. Y moviliza. Y conciencia... Pero no en todos. En esto también hay un importante trecho entre la teoría y la práctica. Y la violencia machista es, todavía, una detestable e insoportable lacra de la sociedad del siglo XXI. Por ello, Málaga ha vuelto a salir a la calle este domingo con motivo del Día Internacional contra la Violencia de Género en una manifestación en la que han participado más de 3.000 personas (2.500 según el recuento de la Policía Nacional) que recorrieron el camino entre la plaza de la Merced y el Muelle Uno.

Representantes de asociaciones, partidos políticos, sindicatos y muchos malagueños se unieron para reclamar el fin de todo tipo de violencia contra la mujer en una movilización convocada por la Plataforma contra los Malos Tratos a las Mujeres Violencia Cero, que encabezaba la marcha con una gran pancarta con el lema "Ni una menos. ¡Nos queremos vivas!", justo detrás de una gran lista con los nombres y apellidos de las últimas víctimas.

"Ni una muerta más", "No aparecen muertas, son asesinadas", "Contra la violencia machista, ni un paso atrás", o "Basta ya, terrorismo familiar" fueron algunos de los mensajes más repetidos durante la manifestación, junto con el "No es no, lo demás es violación" que se ha hecho célebre, sobre todo, a raíz de la polémica sentencia del caso de La Manada.

Sindicatos como CCOO o la UGT sustituyeron, como es ya habitual, sus colores corporativos en banderas y pancartas para hacerlos coincidir con el violeta propio de la lucha contra la violencia de género. Al igual que los integrantes de Adelante Andalucía, que cambió sus siglas por Adelante las Feministas.

Significativa y aceptada presencia de destacados líderes políticos del PSOE, como la subdelegada del Gobierno María Gámez, el candidato a las próximas elecciones al Parlamento de Andalucía, José Luis Ruiz Espejo, o el portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento, Daniel Pérez; sin embargo, la participación del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, que fue acompañado de otros concejales como Carlos Conde, Gemma del Corral, Raúl Jiménez, Mario Cortés, María del Mar Martín Rojo o la directora general de Derechos Sociales y Participación Ciudadana del Consistorio, Ruth Sarabia, fue rechazada. De la Torre fue increpado e insultado y solo puedo recorrer los primeros metros de la marcha, hasta que finalmente, y ante la imposibilidad de sortear una barrera humana que literalmente le impedía el paso, optó por abandonar una manifestación que, paradójicamente, combate la desigualdad pero marca distancias ideológicas. "Fuera facista, que aquí no pintas nada", le gritaron al regidor, mientras otras proclamas insistían: "Fuera la derecha de nuestras manis", excluyendo así a los hombres y mujeres de derechas, que no pueden ser feministas, según algunos manifestantes.

Insultos a Francisco de la Torre en la manifestación contra la violencia machista

Insultos a Francisco de la Torre en la manifestación contra la violencia machista

La concejala María del Mar Martín Rojo denunciaba otro episodio lamentable en sus redes sociales. Según relata en su perfil de Facebook, además de gritos e insultos recibió un puñetazo en la espalda, por lo que tuvo que ser atendida en un hospital.

Este año se cumplen 20 de lucha institucional contra la violencia machista, que ha dejado casi 1.000 mujeres asesinadas en España desde 2003, cuando se empezó a contabilizar las víctimas de forma oficial. Y en este 2018 ya van 44 asesinatos (cifras oficiales hasta el 19 de noviembre).

El 65,9% de los asesinatos de mujeres por violencia doméstica en este año fueron cometidos a manos de sus parejas. El 34,1% (es decir, 15 de las víctimas) restante fueron a manos de sus exparejas o mientras estaban en una fase de ruptura.

Del mismo modo, ede las 44 mujeres asesinadas este año hay que destacar que solo 13 de ellas habían presentado al menos una denuncia previa. En diez de estos casos las víctimas solicitaron medidas de protección, en dos los cuales se denegaron. Y solo una de esas mujeres que tenía medidas de protección renunció a las mismas antes de ser asesinada.

La mayor parte de las mujeres asesinadas este año (36,4%) tenían entre 41 y 50 años. Franja de edad de la que también forman parte el 29,5% de los presuntos agresores.

La violencia machista es la decimoquinta preocupación de los españoles, según el último barómetro publicado por el CIS en octubre de 2018.

En la provincia de Málaga, hay 3.098 casos activos de mujeres que sufren violencia de género y que tienen un seguimiento y un procedimiento por parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. De estas 3.098 mujeres, 49 son menores de edad.

Las cifras aumentan, ya que en lo que llevamos de año se han registrado 13 casos más de violencia de género respecto al año 2017.

Todas las capitales andaluzas han celebrado en la mañana de este domingo manifestaciones en contra de los malos tratos a las mujeres. En todas ellas, además, se ha exigido a los poderes públicos el cumplimiento de sus responsabilidades para luchar contra la violencia machista, así como del Pacto de Estado contra la Violencia de Género, aprobado en 2017.

Cuando se van a cumplir 14 meses de la aprobación, por parte del Congreso, de este pacto, aún no se han implantado más del 80% de las 214 medidas que acordaron todos los grupos parlamentarios de la Cámara baja. En el decreto ley que el Gobierno socialista aprobó en agosto se devolvieron las competencias en materia de violencia de género a los ayuntamientos; se ampliaron los mecanismos de acreditación de las víctimas; se modificó la ley para que las ayudas que reciben las mujeres sean compatibles con otras.

Del mismo modo, se incluyen medidas para que los hijos de víctimas no necesiten el permiso del maltratador o asesino para recibir atención psicológica y se permite a la víctima personarse como acusación particular en cualquier fase del procedimiento.

Todas ellas son medidas "urgentes" del pacto, tal y como las ha presentado el Gobierno. Sin embargo, el contenido del decreto ley no convenció a la mayoría de partidos que, si bien, apoyaron su convalidación por unanimidad, también pidieron que se tramitara en el Congreso como una proposición de ley para poder incluir en la norma otros puntos del acuerdo.