«La Malagueta es un barrio olvidado, y eso que tenemos los impuestos más altos», lamenta Lola Navas, presidenta de la asociación de vecinos. El colectivo vecinal se muestra muy crítico estos días con la reforma de los jardines frente al antiguo merendero Antonio Martín, a cargo de la Gerencia de Urbanismo, que supone, además de la desaparición del jardín anterior, la llegada de casi una treintena de palmeras washingtonias, según se aprecia en el dibujo del proyecto.

La asociación lamenta que el Consistorio no lo haya consensuado con los vecinos, que no desean tanta palmera. «Vamos a tener que estar soportando a las cotorras argentinas», denuncia la presidenta, que cree lo que el barrio necesita en esa zona es un gran parque infantil, «después de que la Junta de Andalucía nos lo denegara en la calle Cervantes».

Para el presidente de la asociación del comercio tradicional de La Malagueta, Marcelino Moreno, «el diálogo ha brillado por su ausencia y lo que han hecho es seguir los dictámenes de algún técnico que no conoce la realidad de los vecinos».

También molesta de estas obras, iniciadas en septiembre y de seis meses de duración, el desvío del tráfico por la calle Reding. A este respecto, la asociación de vecinos envió un escrito reclamando que por esta calle tan estrecha no pasaran autocares ni vehículos de gran tamaño. «El otro día, un tráiler», recuerda la presidenta vecinal.

Lola Navas critica además el cambio de los parterres del paseo marítimo Ciudad de Melilla, de los que cuidaba un jardinero costeado por los vecinos en los comienzos de la urbanización. «Han arrancado lo que había porque decían que estaba regular y en su lugar han puesto estos matojos», lamenta mientras señala una de las plantas. Además, reclama la tala de una palmera con ratas.

Pero no sólo están molestos los vecinos por las novedades en las zonas verdes, como recuerda Lola Navas, La Malagueta es un barrio sin equipamientos que ha visto cómo la compra por una empresa de la antigua sede del Gobierno Militar, en el Paseo de la Farola, ha privado a los vecinos de un gran edificio con muchas posibilidades.

«Muchos vecinos peleamos mucho pero no ha habido voluntad», critica. Sin embargo, Lola Navas recuerda que en el Hospital Noble «hay mucho espacio» y que podría albergar un centro de mayores, un centro social, «que sigue haciendo falta» o un ambulatorio, otra necesidad que considera urgente para el barrio.

De cualquier forma, aprovecha para pedir un microbús que facilite el transporte al centro de salud del Limonar a los vecinos de La Malagueta.

Otra veterana aspiración de la asociación de vecinos es un carril bici junto al paseo marítimo Ciudad de Melilla, en el tramo que va de Antonio Martín a la residencia militar Reyes Católicos, para acabar con la cada vez más creciente inseguridad para los peatones. «Llevo muchos años haciendo gestiones. Yo quiero el carril bici por la arena, que ya está apisonada porque este paseo marítimo es muy estrecho y no nos van a quitar los jardines. Hubo un proyecto de poner una acera más grande en este tramo y encima los chiringuitos, pero Costas dijo que no», recuerda la presidenta.Respuesta del Ayuntamiento

El concejal de Urbanismo, Francisco Pomares no quiso atender el pasado viernes a este periódico. Sí lo hizo el responsable de Parques y Jardines, Javier Gutiérrez del Álamo, que señaló que no se conocen casos de palmeras washingtonias, como las que se están instalando en la plaza, con nidos de cotorras argentinas. En todo caso subrayó que se trata de un proyecto de Urbanismo.

Con respecto al cambio de jardines del Paseo Marítimo Ciudad de Melilla, que sí es responsabilidad de Parques y Jardines, el director lo justificó por la pudrición de raíces y otros problemas de los árboles y plantas anteriores.

Además, precisó que el diseño original se cambió «porque no nos gustaba» y se han plantado roystoneas regias, butias («un tipo de palmera en la que la cotorra no anida», aclaró), así como buganvillas, pacíficos y arbustos «para recorte». «Cuando esté acabado va a estar muy bien», aseguró.