Su sorpresa fue mayúscula. Cuando después de larguísimas gestiones el profesor Federico Castellón, archivero de Dolores de San Juan, recibió en su ordenador las cinco fotografías de las planchas de cobre originales y comprobó que en uno de estos grabados, el que representa una Virgen de los Servitas, documentado como del grabador Lorenzo Sánchez Mansilla de 1767, aparecía también, en la categoría de «inventor» (el creador del dibujo a partir del cual se realiza el grabado), el escultor malagueño Fernando Ortiz.

La novedad del hallazgo, cuenta, se la confirmó el historiador del arte y experto en Ortiz, José Luis Romero, porque «hasta ahora sólo se conocía un único grabado de Fernando Ortiz, para el que dibujó la aparición de la Virgen de la Victoria a San Francisco de Paula», de 1757, precisa Federico Castellón, que recuerda que este primer grabado es la portada de la monumental monografía, Speculum sine macula. Santa María de la Victoria, espejo histórico de la ciudad de Málaga.

El segundo grabado, la obra inédita de Fernando Ortiz, junto con los otros cuatro que solicitó el profesor, proceden de los fondos de la Calcografía Nacional, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.

En concreto, el de Ortiz se encontraba en la profusa Colección Antonio Rodríguez Moñino, «fue un filólogo y catedrático de instituto represaliado que creó un fondo impresionante de grabados y al que Franco vetó su entrada en la Real Academia de la Lengua; al final dona las planchas a la RAE y esta la deposita en la Calcografía», cuenta el archivero de Dolores de San Juan.

El grabado inédito con la invención de Fernando Ortiz, según puede leerse al pie, fue el encargo de un filipense de la Congregación de San Felipe Neri de Málaga. Como recuerda Federico Castellón, los datos cuadran porque el conde de Buenavista encargó a los filipenses que promovieran la fundación de la orden servita en la iglesia de San Felipe Neri.

El grabado es una alegoría de la fundación de la orden en el siglo XIII, con dos niveles muy claros: en el superior, la Virgen de los Dolores con el escapulario del Sagrado Corazón de María, una daga larga atravesándolo, manto y halo de estrellas y en el nivel inferior, unos ángeles entregando el escapulario y una cartela con el título de la nueva orden, Siervos de María, a los siete fundadores florentinos de la regla, con la ciudad de Florencia al fondo.

Como curiosidad, Ortiz no reprodujo la verdadera imagen de la Virgen de los Servitas que talló para Málaga, sino una versión distinta y aunque el grabado que realizó Lorenzo Sánchez no sea excelso, Federico Castellón subraya que se aprecia «totalmente» la impronta de Fernando Ortiz. Por eso, considera muy relevante para Málaga este hallazgo artístico y cree que sería interesante que la propia Orden de Servitas en Málaga encargara una tirada.

«Estaría precioso porque no hay ningún original en papel».