Los hosteleros malagueños han presentado este lunes sus alegaciones a la declaración como Zonas Acústicamente Saturadas (ZAS) de 98 calles del Centro histórico y cinco del Romeral, cuyo periodo de exposición pública acaba mañana y que supondrá una moratoria de un año en la apertura de nuevos bares y restaurantesmoratoria de un año en la apertura en las partes afectadas y el recorte de una hora en el horario de recogida de las terrazas, fundamentalmente de domingo a jueves en otoño e invierno, cerrando las mismas a la una de la madrugada en lugar de las dos. La conclusión de la patronal está clara: "El ZAS es inviable salvo que se tome una resolución injusta e indebida". Por ello, exigen la anulación del procedimiento dejando sin efecto la aprobación inicial y la propuesta previa. Consideran que el documento es nulo de pleno derecho. La aprobación definitiva se producirá en un Pleno.

Así, consideran necesario hacer una zonificación exacta de las calles afectadas, y cuáles son turísticas y cuáles residenciales, lo que implicará una mayor permisividad de ruido en las primeras; piden actualizar los informes y mediciones acústicas para la valoración del impacto de ruido real actual y saber cuáles son los verdaderos focos de emisión; reclaman la necesidad de hacer un estudio jurídico sobre el impacto del decreto 155 de la Junta de Andalucía y ver el impacto de esa norma en las actividades de ocio y la variación de los parámetros de estudios previos al ZAS; piden actualizar los informes y hacer nuevos estudios para valorar las actuales circunstancias de la vía pública e instan a la nulidad del procedimiento por falta de traslado del informe consultivo de la Junta.

Javier Frutos, presidente de los hosteleros malagueños, ha señalado que "en el caso de que haya un problema de ruido en algunas zonas muy localizadas de la ciudad, esta medida no lo soluciona"; para él, se trata de poner un parche que el Ayuntamiento "pretende imponer sin tener en cuenta a los implicados y lo que es peor, basado en mediciones deficientes y desactualizadas".

Mahos reclama un estudio en profundidad, que determine todos los factores y circunstancias concretas causantes del problema, con un análisis zona por zona, calle por calle, "en aquellos lugares en los que haya un problema real de ruido". "Debe actuarse en esa calle en concreto, para solucionar un problema concreto", dice Frutos, quien añade que, de hecho, las estimaciones que se recogen en el informe son "subjetivas, ya que se trata de meras apreciaciones sin respaldo de datos ni mediciones de impacto sonoro de las terrazas". En ningún caso, se han seguido de hecho, explica el presente de Mahos, "el procedimiento para medir el impacto sonoro de una terraza". Es más, Frutos ha lamentado que se tomen decisiones basándose en "opiniones en lugar de datos".

"La única medida que se pretende adoptar es contra la hostelería", ha precisado, para recordar que la restauración es uno de los motores económicos de la ciudad y que cuenta con 4.000 empleos directo sólo en el Centro, y otros 10.000 en la ciudad. "Esta medida representa un freno al desarrollo, a la creación de puestos de trabajo, a la conversión y mejora de calidad de esos empleos de carácter temporal que aún existen tras la crisis soportada y superada con esfuerzo por el sector", ha afirmado el presidente de la hostelería malagueña, quien ha hablado también de inseguridad jurídica para los inversores. La afección al empleo de la aprobación de esta declaración será del 25 por ciento de los puestos de trabajo actuales.

Asimismo, el colectivo, que ya amenazó con ir al cierre patronal el día de la inauguración de las luces de Navidad, el pasado 30 de noviembre, piden al Consistorio que defina un modelo de ciudad y que las medidas adoptadas sean consecuentes con ese modelo, ya que actualmente este no está claro, "pues se ponen en marcha incentivos para la inversión y creación de un tejido empresarial productivo, y acto seguido se aprueban normativas que van en contra de esas iniciativas impulsadas por el propio Ayuntamiento".