El sector de la moda en Málaga está sufriendo un gran auge, donde reconocidas marcas están aterrizando en la capital de la Costa del Sol. Este fenómeno no sólo está aumentando la oferta de este mercado en la ciudad, sino que paralelamente está haciendo que surja la necesidad de que se complemente con actividades y servicios que nacen alrededor del mundo de la moda, como es el caso del personal shopper.

En Málaga, son cada vez más las personas que se animan a contratar este tipo de servicios, ya sea bien para un asesoramiento puntual, algo más completo, como por ejemplo, un cambio radical o una renovación de armario. Raquel Alguacil es una de esas profesionales que se encargan de este asesoramiento y lo realiza bajo el nombre de su agencia de asesoría de imagen, Tevisto. Con este tipo servicios no sólo se cambia el look de la persona, sino que se aportan pautas y recomendaciones para mejorar la imagen, así como el hábito de cuáles son las prendas que comprar según favorezcan o no. Todo ello, unido a lo que Raquel considera más importante, «no sólo la persona se ve mejor conjuntada y favorecida físicamente, sino que mejora su seguridad y confianza en sí misma».

Un día con Raquel se convierte en una jornada de provecho y es que su asesoramiento comienza con un análisis de los colores y prendas que favorecen, así como un cuestionario a la persona que la haya contratado, ya que conocerla es vital para continuar con el proceso de cambio. «Saber cómo es, qué la define, cómo viste normalmente, el ambiente en el que normalmente se relaciona o qué prendas inundan su día a día es esencial, y el primer paso es analizar su armario, limpiarlo y dejar claro qué es a lo que se le puede sacar partido», detalla.

En uno de sus casos, una de sus clientas necesitaba asesoramiento para un evento. «Es un servicio que muchas personas contratan, porque no saben bien qué es lo adecuado para un evento concreto, ya sea boda, un cóctel, una gala, una cena, cualquier momento. Aquí los consejos se centran más en esta necesidad», señala Alguacil.

La ruta de este servicio comienza callejeando por el centro de Málaga para dar con un establecimiento en el se dará la primera parte del servicio, un centro de belleza. En ese caso, el rincón elegido ha sido ISHarisdesign, en la calle Compañía. Ahí, Raquel junto con las profesionales del establecimiento se encargan de aconsejar a la clienta respecto el color, corte de pelo y tratamiento según sus facciones y el trato que ésta sea capaz después de dar a su cabello. «No sólo hay que tener en cuenta el corte o el peinado para ese evento, sino también el que posteriormente sepa manejarlo».

Tras terminar la primera parte, en la que finalmente además de aconsejar también se ha concretado el maquillaje y peinado que la clienta llevará el día del evento, es el turno de ir en busca del vestido perfecto. Aquí se realiza un recorrido de tiendas que previamente la personal shopper ha seleccionado tras analizar qué estilo es el más acertado y qué prendas son las adecuadas según la persona. Después de hacer parada en varios establecimientos del centro, han decidido entrar en Thirty30, una pequeñita tienda situada en la calle Marín García, donde decenas de diseños inundan sus perchas. Vestidos para una fiesta, una cena con amigas, bodas de día y de noche, un cóctel, cualquier ocasión puede ser buena para visitarla.

En la búsqueda del vestido hay algo claro, la clienta va a asistir a un cóctel, por lo que todas las decisiones en torno a esta prenda van condicionadas por el evento. Tras dar con el vestido y zapatos, Raquel tiene la gran idea de terminar el día de asesoramiento en un rincón muy especial, Rosario Berrocal. Una tienda de tocados situada en plena calle Especerías, donde la personal shopper dará con el complemento final, colofón del look de la clienta.

Un día con una personal shopper no sólo se centra en ir de tiendas y comprar ropa, sino en que cada persona aprenda cómo sacarse mejor partido, cuáles son sus puntos fuertes y cómo puede compensar esas pequeñas debilidades con tan sólo unos trucos. Los clientes y las clientas que han probado un día de asesoramiento como el que ofrece Raquel, han repetido, y es que sólo hay que ve la sensación y el animo con el que llegan y con el que se van. «Muchos de los clientes no sólo se van con un armario renovado o vestidos para un evento o cita concretos, sino que también renuevan su estado de ánimo y la imagen que tienen sobre ellos mismos».