La Cánovas Fundación agranda su sala de trofeos. El arte de dominar la retórica y formar a jóvenes en la destreza dialéctica tiene en Málaga una de sus grandes cunas a nivel nacional. El equipo de debate vinculado a la UMA ha protagonizado una nueva exhibición y ya empiezan a faltar dedos de la mano para contar las hazañas. Algunas de ellas, muy jalonadas ya en el mundillo universitario, donde el debate visto como una competición se está abriendo paso cada vez más. Una costumbre muy extendido en el mundo anglosajón, aunque algo venida a menos en España, por no decir apenas existente. Esta vez fue en Córdoba, donde el equipo de la Cánovas Fundación brilló con luz propia. Con sus cuatro integrantes, Cristina Negro, Ana Messa, Adriana Vázquez y Andrea Alonso, al frente, se alcanzó la victoria tras medir fuerzas con el equipo de debate de la Universidad Pontificia Comillas.

Las cuatro remataron una puesta en escena muy coral, capaz de imprimir mejor sus argumentos que su rival, con una colosal defensa de su postura. Porque de esto se trata en este tipo de competiciones. Cimentar con palabras y serigrafiar tus ideas a través de la palabra y sin elevar la voz. En la mayoría de los casos, siempre sobre temas que ya están en la calle y que generan controversia. Al equipo de debate de Cánovas Fundación le está costando no ganar, lo que le ha servido para granjearse ya cierta fama de ser duro de combatir. Un hecho que habla bien de sus preparadores, que emergen ya como factor diferencial. Uno de ellos es el director general de Cánovas Fundación, Pablo Sánchez. El legado que dejó el ahora parlamentario Miguel Ángel Ruiz lo abona ahora él, desde la Facultad de Derecho. Joaquín Ramírez mantiene su vinculo y sigue siendo parte activa.

¿Son los partidos de izquierdas responsables del auge de la extrema derecha? Esa fue la pregunta que se lanzó por parte de la organización. A partir de aquí, operó el reglamento que rige este tipo de competiciones. Dos equipos de cuatro alumnos se preparan un tema y defienden indistintamente dos posturas, a favor o en contra, según les toque en suerte. Es, por tanto, un ejercicio de argumentación grupal. Cada miembro del equipo tiene un rol: el introductor explica la tesis del equipo, los refutadores responden a los argumentos del otro equipo y el conclusor realiza un ejercicio de síntesis final del debate.

La Cánovas Fundación aprovechó esta última victoria para resaltar la importancia de la argumentación, el debate, la oratoria y el liderazgo como herramientas fundamentales en el desarrollo profesional y personal. «Este tipo de actividades hacen universidad. Por un lado, permiten a los estudiantes formarse sobre un tema. Y, por otro, tener que defender tanto la postura a favor como en contra les dota de capacidad crítica. Además, en este caso, el equipo ha estado formado por alumnas de diferentes grados y máster: Dirección y Administración de empresa, Derecho, Periodismo y Psicopedagogía. Este hecho fomenta la multidisciplinariedad y enriquece el trabajo en equipo. En definitiva, el debate de competición es el medio pero el fin, lo importante, es dotar a nuestros alumnos de habilidades y capacidades para su futuro», destacó Sánchez en un comunicado emitido en el día de ayer.

Proyecto

La Escuela de Debates no es el único elemento que se integra en la fundación, pero Joaquín Ramírez la describe como «uno de sus hijos más importantes». Él es uno de los responsables de traer a Málaga el deporte de debatir, disciplina de larga tradición en los países anglosajones y trampolín para el éxito. Ramírez se puede considerar como el germen de todo. Y también como la prueba viva de uno de los principios fundamentales que rigen tanto la fundación como la Escuela de Debate: no existe una ideología imperante y las puertas están abiertas a todo el mundo. «Aquí tenemos a chavales cercanos al PP, otros que están vinculados con Podemos o Ciudadanos, y los hay del PSOE. Nosotros tratamos de formarles y transmitirles competencias que les puedan ser útil en el futuro. Para empezar, les enseñamos a respetar», resume la esencia que hay detrás del proyecto. Hay varios equipos de debate, que se reparten entre primaria, secundaria y el nivel universitario.