Los bancos han firmado en 2018 su décimo ejercicio consecutivo de reducción del parque de oficinas en la provincia de Málaga y han cerrado ya cerca de 650 sucursales desde que arrancó la crisis, lo que supone el 46% de las que llegó a haber abiertas en 2008 (1.407), fecha que marcó el tope histórico en cuanto a red total de las entidades financieras. Según los últimos datos del Banco de España, correspondientes a diciembre de 2018, en la provincia quedan ahora 764 sucursales operativas, con lo que la cifra ha vuelto a los niveles de 1987, hace 32 años. En el último ejercicio se han clausurado 30 sucursales. La dinámica de cierres seguirá teniendo continuidad durante los próximos años, según vienen comentando en el sector.

El principal motivo de la reducción de oficinas radica en el proceso de reducción de costes y de ajuste de estructuras que las entidades financieras iniciaron a partir del estallido de la crisis, acelerado por las múltiples fusiones de entidades que se produjeron en el sector. Sin embargo, fuentes bancarias también aluden a la influencia de las nuevas tecnologías, que han provocado que cada vez más clientes realicen su gestiones desde el ordenador o el móvil y hayan dejado de acudir a las sucursales. La consecuencia es que los bancos han ido cerrando las oficinas de su red con menor rentabilidad.

Con estas cifras, Málaga se sitúa entre las provincias españolas donde se contabiliza un mayor número de cierres de oficinas desde que arrancó la crisis, sin duda también porque, debido su nivel económico y poblacional, es también una de la zonas con mayor red de sucursales. En este sentido, la provincia malagueña es sexta. Barcelona es la primera en cierres con 3.429 clausuras que dejan el total en 2.494 mientras que Madrid ha suprimido 2.924 y se queda con 3.168. En Valencia se han cerrado 1.348 oficinas (tiene ahora 1.293), en Alicante 865 (ahora hay 905) y en Sevilla 672 (hay 856).

Fuentes del sector bancario en Málaga comentan que una quinta parte de los municipios de la provincia (22 de 103) no tiene ya oficinas, aunque recuerdan que los residentes en esas localidades tienen siempre a mano una oficina situada en alguna localidad y recuerdan que, al tratarse, de pueblos muy pequeños, el porcentaje de población en esta coyuntura es bastante pequeño. Se trata de municipios situados principalmente en la Serranía de Ronda y en la Axarquía.

Un estudio publicado hace unos meses por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) con datos de toda España indicaba que la población en municipios malagueños sin oficinas ronda las 24.644 personas (el 1,5% de los habitantes de la provincia).

El parque de sucursales en Málaga experimentó un gran aumento entre 2000 y 2008 coincidiendo con la fase más expansiva de la economía y del sector constructor. Los bancos y las antiguas cajas de ahorro incrementaron en ese periodo un 53% su red de oficinas en Málaga, gracias también al desembarco de muchas entidades de otras regiones que acudieron atraídas por el potencial del negocio hipotecario que se movía en torno a la burbuja inmobiliaria. El advenimiento de la crisis acabó con ese ciclo expansivo.

Entre los economistas y en el propio sector bancario se reconoce que el proceso de clausuras puede tener aún bastante recorrido, dado que los bancos seguirán ajustando la red de sucursales con criterios de rentabilidad.