El PP de Málaga ha cerrado esta mañana la campaña electoral en la provincia tal y como la empezó hace dos semanas: apelando a la necesidad de concentrar el voto de centroderecha en la papeleta de Pablo Casado. En pleno vendaval de rumores sobre auges y descensos de los diferentes partidos, con Vox presumiendo de "reventar" aforos allá por donde pisa el verde, el consejero de Presidencia de la Junta y también presidente de los populares malagueños, Elías Bendodo, ha advertido de que una dispersión del voto entre los tres partidos de la derecha (PP, Ciudadanos y Vox) puede acabar en una alfombra roja para el candidato socialista Pedro Sánchez. Dentro de dos días abren los colegios electorales y Bendodo no se ha cansado de repetir que el voto práctico para sacar a Sánchez de la Moncloa es el voto al PP: "Sólo hay dos opciones, o el presidente dimisionario o la opción que lidera el PP".

En el PP se tiene asumido que la única manera de gobernar pasa por repetir la fórmula empleada en Andalucía. Luego sueñan con un resultado que alcance la suma de los 165 escaños, que es número mágico que permite la formación de Gobierno. No obstante, aunque Ciudadanos y Vox se vean como hipotéticos aliados, los populares han tratado estos días de hacer un esfuerzo final para dejar a Casado en la mejor posición de salida, que pasa por ser la primera fuerza de derechas entre las formaciones que están en liza. Ante la campaña de agitación de Sánchez contra el nuevo Ejecutivo de PP-Cs en Andalucía, mostrado como un fantasma a evitar en el resto del país, Bendodo ha querido defender la gestión realizada hasta el momento. Esa idea de que en Andalucía se han bajado los impuestos a los ricos a cambio de colapsar los servicios públicos no corresponde con la realidad. Bendodo ha anticipado que a España le irá mucho mejor si se aplican las medidas que se han puesto en marcha en la región: "Bajamos los impuestos para mejorar los servicios públicos". Esa idea, que no cala aún en todos los ciudadanos, se vería fortalecida, ha insistido, con la llegada de Casado al Gobierno. También ha vaticinado, por otra parte, que a "Málaga le va ir muy bien con Casado".

Bendodo ha estado acompañado por los candidatos al Congreso y al Senado por Málaga. Entre ellos, Pablo Montesinos y Joaquín Ramírez, que también han tomado la palabra, además del alcalde de la capital, Francisco de la Torre. De fondo, los habituales figurantes locales y provinciales del partido han completado el cuadro. Para Ramírez, Andalucía es ejemplo de que "la bajada de impuestos es ya una realidad". Quien fuera presidente del PP de Málaga quiere repetir en el Senado, pero sabe que lo tiene difícil, al ir de número dos. La lista del PP debería ser la más votada. Y eso peligra con la fragmentación que se producirá, también, en la provincia. Para De la Torre, el domingo es una posiblidad de cerrar lo que ha acuñado como "círculo virtuoso", apuntando a la posiblidad de gobiernos del PP en la Moncloa, en San Telmo y en la Casona del Parque. "España necesita tener las ideas claras", ha exclamado.

En este contexto incierto, los populares se cuidan mucho de nombrar a Vox. Tampoco se ha hecho hoy, pero entre las filas cunde a la vez una mezcla de esperanza y miedo. Esperanza por una posible suma a la andaluza y miedo por si el bocado que pueda provocar Santiago Abascal al PP. En una de las pocas entrevistas que ha concedida durante esta campaña, a El Mundo, el líder ultra ha vaticinado una posible disolución del PP en pro de su formación. Unas declaraciones que han causado malestar entre las filas populares.

Montesinos ha sido el último en intervenir. Lo suyo ha sido una entrada intensa en la política, recorriendo kilómetros por toda la provincia y multiplicando entrevistas y debates con sus contendientes locales de los otros partidos. Montesinos ha tenido días con presencia en la capital, con escapadas puntuales a Madrid y a Sevilla, y ha tenido días rurales. Las campañas son más que las ciudades y el fichaje de Casado ha dejado claro que han sido las estancias en los pueblos de la provincia cuando que más ha disfrutado. Hasta el punto de asegurar que será un activo más del partido en la inmimente campaña para las municipales del 26 de mayo. "Estoy a plena disposición", ha mencionado. Para Montesinos, el PP de Casado traerá certdiumbre y estabilidad, y ha confiado en que "Málaga sea el impulso definitivo para lanzar a Casado y que sea el impulso que necesita España".

Así ha orillado esta campaña para el PP. Enrarecida, como han admitido por el cruce de por medio de la Semana Santa. Nadie quiere especular con la posible irrupción de Vox, pero su presencia flota en el ambiente y es inevitable. Como ejemplo clarificador, entre los espontáneaos que se han parado a escuchar los consignas. Aplausos controlados y en alguna muñeca, sorpresa, luciendo una pulsera de Vox. El reflejo perfecto de la crisis de identidad que viven algunos en el electorado de la derecha, y que ahora dudan en cómo procesar una oferta inédita de siglas.