No hay un mal más potente que tenga unos mecanismo de control tan precisos y a tiempo real como el de la radiación. Inocuo e inoloro, el especialista José Luis Carrasco, al frente de parte de la aparatología sanitaria de Málaga, disipa dudas sobre estas pruebas pero matiza: Solo hay que hacerse las necesarias.

¿Cuál es la función de un radiofísico en un hospital?

Más o menos son un centenar de equipos que van desde los pequeños como puede ser un mamógrafo, a un TAC. Contamos en el Clínico con dos equipos de medicina nuclear conocidos como gamma cámara, y en el apartado de radioterapia tenemos dos aceleradores de electrones y un equipo de branquiterapia. Dentro de algo más de un año se van a incrementar con dos equipos de tomoterapia y tendremos cuatro máquinas para radioterapia. El resto están distribuidos por nuestro complejo, compuesto por Barbarela, el Marítimo de Torremolinos y el Hospital del Valle del Guadalhorce. También llevamos la comarca de Ronda -el hospital-, y los centros de salud del área de Ronda, parte de Guadalhorce-Málaga y Costa de Sol, donde suele haber equipos de rayos x.

En torno a la exposición a la radiación y sus efectos hay mucha controversia e información al respecto, ¿son seguros con los equipos que trabaja?, ¿dónde está el límite para que sea perjudicial?

Los equipos son seguros y se trabaja en condiciones de seguridad. El problema es la radiación que emiten y que el paciente recibe para su tratamiento. El punto de equilibrio está en el beneficio que se obtiene frente al riesgo de hacerla; la prueba no se realiza cuando el beneficio no supera el riesgo. Es cierto que crea un pequeño daño pero por eso no se debe hacer cuando se trata de exploraciones innecesarias. Yo lo identifico como cuando tomas un fármaco. Si lo usas para lo que hay que utilizarlo es asumible y la radiación es así. No se debe utilizar cuando no esté indicada.

Y aquellos pacientes en procesos oncológicos, por ejemplo, que requieren de varias pruebas de este tipo de manera repetida, ¿afecta más la radiación por ser contínua a pesar de que el daño sea mínimo?

Hay un efecto tipo acumulativo asumido, no es lo mismo hacerte una, dos o tres, pero sigue siendo tremendamente pequeña; incluso en relación con la radiación ambiental sigue siendo pequeña. El punto clave es que sea precisa esa información, el médico prescriptor tiene que ver el beneficio frente a ese riesgo. Incrementas tu probabilidad de daño futuro y por ello no se deben hacer pruebas innecesarias, pero no hay daño evidente inmediato, de hecho, lo que hay es una probabilidad de daño mínima. En el caso de la radioterapia, tú disparas contra los tumores a conciencia y es un daño buscado para destruirlo pero sin dañar el entorno y que no se produzcan efectos secundarios. El otro objetivo de estas pruebas es el diagósnitico, el daño colateral es esa probabilidad futura.

¿Cuáles son los efectos de esa radiación acumulada y repetida en el tiempo?

El efecto de la radiación es el cáncer pero los valores deben ser tremendamente altos para que haya una probabilidad matemáticamente significante. Pueden ser miles y miles de exploraciones a lo largo de la vida.

El cáncer está extendido al punto de que una de cada 3 o 4 personas lo tendrán a lo largo de su vida, es decir, la incidencia del cáncer es altísima ya sea por motivos varios como tabaquismo, polución... Por tanto la cantidad adicional que aporta la radiación es muy pequeña, hablamos de 5 de cada 100.000 casos. Sin embargo, cuando esa persona recibe esa radiación es la opción para su curación. Es enfrentar la posibilidad de curación en el presente frente a un posible riesgo pequeño a largo plazo.

En los últimos años ha cogido fuerza el movimiento antivacuna o las terapias alternativas frente a los tratamientos convencionales oncológicos, entre ellos, la radioterapia, ¿qué diría?

Cuando comencé a trabajar en esto lo comentaba con los propios oncólogos; utilizamos un agente cancerígeno para matar el propio cáncer pero ellos mismo me decían que si no se resuelve este problema -el cáncer- el paciente no tendrá opciones de vivirlo. Si no quieres hacer esta parte del tratamientos evitas un posible efecto secundario pero dices no a tu curación, ¿qué prefieres? Es un agente probado y curativo. Antes las máquinas era de peor precisión y más efectos colaterales pero ahora se aborda muy bien la zona tumoral y merece la pena.

¿Recibimos radiación en nuestro día a día?

Totalmente, la radiación ambiental es, por un lado la cósmica, otra la de la tierra, la del aire y eso solo por andar. Para dar tranquilidad a la población, este valor natural no es igual en todos lados, hay zonas en las que es más alta, por ejemplo, en Bolivia que es un lugar muy por encima del nivel del mar y recibe más radiación cósmica. Ese fondo natural variable está ahí y no da lugar a cánceres probados por lo que no hay que preocuparse mucho.

¿Dónde más recibimos radiación?

Un vuelo transoceánico supone una cantidad apreciable más que la radiación que reciben nuestros profesionales y es por estar fuera de la atmósfera. Las últimas normativas hablan de hacer controles dosimétricos a las tripulaciones. Al estar expuestass se exige un control. En la minería pasa igual al estar debajo de la tierra expuestos a ciertos materiales. Lo mismo sucede con el radom, un elemento químico que se genera a partir de otros elementos. Es gaseoso y tiene un componente radiactivo. Se desprende de los materiales de construcción y en los países fríos, por ejemplo, en los que hay poca costumbre de ventilar se puede acumular.

¿Están seguros los profesionales que trabajan con este tipo de aparatos?

Tienen equipos de medida personales, un dosímetro e incluso depende de dónde trabajen, lo llevan en un anillo o la muñeca para medir la radiación. En el 95 por ciento de los profesionales que trabajan en la sanidad no se detecta nada y en ese cinco por ciento restante, que suele ser personal intervencionista que trabaja directamente enfrentado al equipo de radiación, está muy por debajo de los números que se establece como máximo. No son valores de riesgo; si el máximo nivel es 20, el profesional más expuesto ha dado un 2 sobre 20. El problema de la radiación es que es inocuo, transparente, no huele y crea un miedo tremendo porque tiene un daño potencial, pero no muchos riesgos están tan bien controlados como este. Chernobyl ha criminalizado la radiación de manera brutal, vivimos con ella habitualmente y encima, podemos medirlo. Hay un control absoluto de lo que se está recibiendo y es el único riesgo que tiene su propio organismo competente, el Consejo de Seguridad Nuclear.