Una de las áreas de mayor deterioro en las personas con síndrome de Down es el lenguaje. De hecho, sus problemas del lenguaje son mayores de lo esperado en función de su nivel de desarrollo cognitivo. En los últimos años, los estudios realizados acerca del desarrollo léxico han revelado que el vocabulario es un punto fuerte de esta población, sobre todo en comparación con sus habilidades morfosintácticas. Así lo señala el profesor Miguel Ángel Galeote Moreno, investigador responsable del trabajo presentado en la revista 'Journal of Communication Disorders' sobre la adquisición de clases de palabras en menores con síndrome de Down frente a niños con un desarrollo cognitivo típico. «El objetivo pasa por detectar qué clases de palabras son aprendidas en los primeros años de desarrollo del lenguaje en esta población.

«En análisis anteriores ya se había puesto de manifiesto una gran similitud entre el desarrollo léxico de esta población y el de los niños con desarrollo típico, aunque apenas existían estudios sobre la adquisición de diferentes tipos palabras, es decir, nombres, verbos, adjetivos€», explica el doctor Galeote. En concreto, el estudio ha puesto el interés principal en los nombres y verbos, y, sobre todo, en su orden de adquisición, tema sobre el que la comunidad investigadora mantiene un intenso debate.

La muestra utilizada ha estado compuesta por 216 niños (108 en cada grupo) con una edad mental de 9 a 29 meses, emparejados individualmente según tamaño de vocabulario y sexo, lo que, según Galeote, no es una práctica habitual.

Menos verbos y adjetivos

Según los resultados extraídos del estudio, existe una gran semejanza entre la adquisición de las diferentes clases de palabras entre ambos grupos. «Además, hemos detectado una secuencia de aprendizaje similar a la de otros muchos estudios previos donde los nombres se aprenden antes que los verbos». De otro lado, los expertos han advertido una diferencia importante tras el análisis de los datos obtenidos: los niños con síndrome de Down mostraron una tendencia a producir menos predicados -verbos y adjetivos- y palabras de clase gramatical que el resto.

Para los responsables de este trabajo científico el resultado es de gran importancia teórica en relación con el debate sobre el orden de asimilación de nombres y verbos.