Las corrientes de resaca, también conocidas como corrientes de retorno, son canales estrechos de agua con una gran fuerza, que se producen a escasos metros de la orilla y que son una de las principales causas de ahogamiento de los bañistas, a los cuales puede llegar a arrastrar mar adentro. Por ello es importante saber como detectarlas y como actuar en caso de caer en alguna de ellas.

Protección Civil ofrece varios consejos que permiten que los bañistas puedan identificar una canal de resaca y además, algunos consejos para poder salir de él si somos arrastrados por la corriente.

Es muy importante seguir las indicaciones de los socorristas y prestar atención a la señalización y a la información que nos ofrecen las banderas y los carteles. Sin embargo, muchas playas no tienen socorristas, las personas tienden a bañarse fuera de las zonas acotadas por los socorristas o lo hacen cuando estos no están en su horario de trabajo, por lo que, en una situación así, el bañista depende de sí mismo y tiene que afrontar la situación solo.

Observando las líneas de las olas se puede saber si hay resaca en el mar. Cuando el canal de resaca tiene una profundidad considerable, evita que las olas rompan, creando un contraste entre la zona de la corriente de resaca (donde el oleaje es más suave o inexistente) y las zonas adyacentes (olas de traslación con espuma blanca), lo que permite la identificación de la corriente de resaca.

Otra forma para identificar las corrientes de resaca es mirando al mar e identificar el tono arenoso producido por la arena y otros materiales que se transportan. Otras veces pueden tener colores azul intenso o más apagado.

Si no nos damos cuenta y caemos en una corriente de resaca nunca debemos perder la calma e intentar nadar contra la corriente hacia la orilla, ya que nos cansaremos rápidamente. Es aconsejable nadar paralelamente a la orilla y cuando no sintamos que nos arrastra la corriente , volver a la orilla con una trayectoria diagonal, aprovechando el empuje de las olas de traslación.