Lejos queda ese concepto idealizado de espacio de arte y cultura en el que hace unos años se convertiría el barrio malagueño del Soho. Después de casi diez años de la puesta en marcha de la iniciativa que transformaría a esta barriada tradicional en un emblema 'underground' de la ciudad, la realidad es que se ha convertido en uno de los muchos intentos fallidos del Ayuntamiento de Málaga por etiquetar a una zona de lo que finalmente no logra conseguirse.

La idea era clara: poner de moda este barrio transformando la calle Tomás Heredia y Casas de Campos en vías peatonales que derivaran en espacios culturales y comerciales aportando atractivo e identidad singulares y propios, una reconversión que haría surgir el ambiente alternativo del que por entonces carecía el centro de la ciudad, pero la realidad ha sido otra.

Efectivamente, el barrio se ha puesto de moda. Nuevos establecimientos comerciales, espacios artísticos y rincones vanguardistas están haciendo que sea una de las opciones de alojamiento para los turistas que visitan la ciudad, pero al mismo tiempo esta novedad lo está alejando del concepto artístico-cultural al que aspiraba, para pasar a ser un barrio más explotado por el fenómeno turístico y en el que de nuevo, los vecinos sufren la mala gestión y falta de control por parte de las autoridades.

Así lo pone de manifiesto la Asociación Centro-Sur Soho Barrio de las Artes, constituida por los propios residentes del Distrito Ensanche Centro de Málaga y quienes aspiran a que el "desarrollo económico y comercial del barrio sera compatible con sus derechos, fomentando el arte y la cultura, como único Barrio de las Artes". Alberto Llamas, portavoz de la asociación, asegura que los casos que llevan sufriendo sobre todo desde hace un par de años, "no son tan distintos de los que pasan en el centro".

La falta de transitividad y accesibilidad, ruido, terrazas que se expanden más de lo permitido o un boom desmesurado de viviendas de uso turístico son algunas de las problemáticas que se están expandiendo del casco antiguo al propio Soho.

"Cada vez está siendo más difícil para los vecinos que vivimos allí acceder a nuestras calles, ya que a las obras de rehabilitación de la Alameda Principal ahora se han sumado las de la Equitativa, la calle San Lorenzo o Casas de Campos. Parece que no son cosas importantes como tal, pero cuando tienes tu hogar allí y sales a la calle, te encuentras con que está bloqueada por bicicletas de alquiler, obras, patinetes, vehículos de carga y descarga que estacionan donde no deben, dan una sensación de asfixia", asegura Llamas.

Contaminación acústica y medioambiental

La peatonalización de las calles siempre han sido expuestas junto a ventajas y beneficios para los comerciantes y vecinos de la zona, pero para estos últimos el hecho de no ir de la mano de un compromiso ha provocado que tengan que sufrir el ruido de las terrazas diariamente. "Cuando peatonalizas para llenar la calzada de terrazas, eso no beneficia a los vecinos. Antes teníamos el ruido de los coches, pero estos a las diez de la noche dejaban de pasar. Ahora es peatonal, pero el ruido de las terrazas lo sufrimos hasta altas horas de la noche, lo que está haciendo que muchos vecinos tengan que mudarse a zonas tranquilas, ya sea porque tienen niños pequeños o porque simplemente no se puede convivir".

Los patinetes también están inmersos en la problemática turística de este barrio, en el que a pesar de existir varias zonas habilitadas para el estacionamiento de estos, siguen apareciendo en mitad de las aceras y zonas peatonales, impidiendo el paso de los viandantes por ellas. "No estamos en contra de este tipo de transporte, sino en su uso y la regulación que se hace de este. No es normal encontrárselos por la calle o soportar el ruido de sus alarmas a altas horas de la madrugada por no estar bien cerrados".

A pesar de haber puesto en conocimiento al consistorio malagueño de la situaciones que tienen que soportar los vecinos del Soho, este no da soluciones. "Existe una dejación por parte del Ayuntamiento que está provocando que los propios vecinos no puedan pasar por las que son sus calles. Y una falta de interés reflejada en el hecho de que cuando se pone algún caso de manifiesto, las autoridades comienzan a excusarse trasladando el problema a otros", destaca Llamas.

Como uno de los barrios que se sitúan a primera línea del Puerto de Málaga, también sufren la llegada de cruceros y la espera de estos. Una estancia que se traduce en contaminación acústica y medioambiental. Desde la asociación, apoyan el que se instalen sistemas de conexión eléctricos y se realice una reconversión a puerto verde. "Todo el tiempo que estén allí, tienen que tener los motores encendidos. Eso es ruido y por supuesto, contaminación". Una descarga de graneles que el viento los transporta en la mayoría de las ocasiones, a los edificios de este barrio donde como afirman desde la asociación, "ya notamos esta polución excesiva en nuestras ventanas".

Viviendas turísticas

Unas doce calles conforman el Soho, barrio de las Artes de la ciudad de Málaga y en ellas, según el Registro de Turismo de Andalucía, actualmente están registradas legalmente más de un centenar de viviendas de uso turístico. Estas se suman a los establecimientos hoteleros ya existentes en la zona, los cuales conforman más de una veintena. "Los apartamentos turísticos no están mal en sí mismos, está bien que una familia pueda alquilar una habitación o que se pueda viajar a una ciudad por un poco menos de coste. El problema es que hay tantas viviendas turísticas que estas mismas están expulsando a los verdaderos residentes del barrio. Ha sido un cambio tan rápido y tan drástico que el día a día se nos está haciendo muy complicado", explica el portavoz de la asociación.

En definitiva y como manifiestan desde la asociación de vecinos, "aunque hay algunas galerías artísticas a las que apoyamos y nos encantan, evidentemente no es ningún barrio de las artes, sino una zona más que se está explotando turísticamente sin ser conscientes de sus pros y sus contras".