La rehabilitación y conversión del Palacio de Solecio, en la calle Granada, en un pequeño hotel de lujo llega a su final. Y con el final de la obra, el edificio recupera el antiguo palaciego y se reintegran algunos elementos arquitectónicos que fueron retirados al comienzo de la obra, allá por 2006, y que forman parte del patrimonio protegido del inmueble.

El zaguán de entrada en el número 61 de la calle Granada ya se atisba entre andamios. Las columnas de mármol se sitúan sosteniendo un arco adornado con distintos elementos decorativos, entre los que destacan las piñas y elementos frutales de claras referencias americanas, por la vinculación de Félix Solecio, dueño del palacio en el siglo XVIII, con el comercio con América.

La reintegración de los elementos barrocos de este zaguán permiten aventurar que se recuperarán todos los elementos que se retiraron hace trece años y que componen el grueso del valor patrimonial del edificio. La idea del proyecto fue reintegrar también las columnas del patio interior, la balaustrada y la escalera principal.

En esta línea, el palacio ya cuenta con una amplia riqueza en pinturas murales originales que han salido a la luz, así como el revoco que da lustre a su fachada. El buen estado de esta decoración pictórica, bajo la capa de pintura, ha permitido recuperar esa arquitectura fingida que rodea los amplios ventanales de la fachada principal. También destaca la pintura que imita a una gran sillería de mármol en la parte baja de la fachada, en un juego de trampantojo típico de la arquitectura palaciega del siglo XVIII.

La puerta principal que da acceso al zaguán también ha sido recuperada

, volviendo a lucir el escudo que corona la puerta y que perteneció al ya desaparecido Palacio de los Gálvez en Macharaviaya. En realidad este escudo es una incorporación realizada en el siglo XIX y que durante muchos años confundió sobre el origen real de la propiedad de este palacio, que se atribuyó a los Gálvez cuando en realidad era de Félix Solecio. Como detalle, hay que fijarse en el pequeño medallón con un escudo de un sol con una venda que hay en el chaflán de la fachada de la calle Granada.

La firma alemana ASG ha sido la encargada de recuperar la obra de rehabilitación del palacio, abandonada por Salsa menos de un año después de iniciarla en 2006. Tras una década sin actividad, los trabajos se reanudaron y están a punto de terminar, con idea de que este otoño se inaugure un hotel boutique de lujo de 68 habitaciones en el hotel, que será explotado por la cadena Marugal.

El interior ha sido diseñado por el estudio de Antonio Obrador y cuenta con los dos patios internos originales, además de con salas de reuniones y conferencias y de un gimnasio.