El secretario de COAG Málaga, Antonio Rodríguez, fue uno de los portavoces más críticos, a finales del año pasado y con las lluvias de la primavera aún presentes, acerca de los incumplimientos en materia de trasvases que atenazaban al campo malagueño. Ahora recuerda lo que dijo entonces y la falta de obras de emergencia después de todo un verano para haber agilizado los proyectos pendientes.

Tras participar en una reunión del Comité de Gestión de la Cuenca Mediterránea, Rodríguez ya exigió medidas ante el déficit hídrico estructural de la provincia, en su conjunto, y particularmente en el Sistema de Explotación Viñuela-Axarquía. Sólo unos meses más tarde, en una visita a la cooperativa veleña Trops, el presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, respondió en plena campaña para las elecciones municipales que en el borrador para el presupuesto autonómico de este año se haría realidad la conexión definitiva entre La Concepción y el propio embalse de La Viñuela.

A esas palabras también se agarran otros portavoces sindicales y apremian a que no haya nuevas demoras, con la intención de que no tenga que repetirse el mismo debate histórico cuando pueda en Andalucía pesar la sombra de un nuevo decreto de sequía.

El sector agrario no quiere verse en la tesitura de tener que reducir los riegos después de Semana Santa, tal y como por primera vez ocurriera en 2017. «Estamos ante una sequía que la provincia de Málaga sufre de manera cíclica. De ahí la importancia de que se cumplan los compromisos para modernizar y llevar a cabo las obras comprometidas», reitera Antonio Rodríguez. Que llueva puntualmente en marzo, en septiembre o en otros meses dentro del inicio del año hidrológico sirve para aliviar la situación de los pantanos, reconoce.

«Pero lo que no podemos es poner en peligro unas frutas subtropicales que se han convertido en el principal pilar económico de la agricultura en la provincia», relata el presidente de Asaja en Málaga, Baldomero Bellido.