El pasado mes de mayo, cuando peligraba un portal de La Malagueta diseñado por el conocido arquitecto Antonio Lamela, autor de las Torres de Colón y del actual estadio Santiago Bernabéu, el decano del Colegio de Arquitectos de Málaga, Francisco Sarabia, advertía en La Opinión que, de seguir así, «no vamos a tener arquitectura contemporánea en Málaga».

A comienzos de octubre, sin embargo, este portal, en el número 23 del paseo marítimo Ciudad de Melilla, a punto de ser sustituido por la comunidad de propietarios, fue inscrito en el Catálogo General del Patrimonio Histórico Andaluz, por decisión de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico.

Para llamar la atención sobre los valores arquitectónicos de este tipo de obras contemporáneas el Colegio de Arquitectos de Málaga realizó el pasado jueves, dentro de la Semana de la Arquitectura, la ruta guiada 'Portales de La Malagueta', para dar a conocer la singularidad de tres de ellos, incluido el de Antonio Lamela.

La particularidad es que dos de los portales fueron explicados por algunos de sus autores. En concreto, por el arquitecto Carlos Verdú, coautor con César Olano del edificio Luz, en la calle Arenal,3, construido entre 1967 y 1969 y por el arquitecto Ángel Asenjo, coautor con Rafael Arévalo del edificio Horizonte, frente a la plaza de la Malagueta, finalizado en 1982.

Se da la paradoja de que aunque estas dos obras carecen de protección en el actual PGOU, los edificios al menos sí constan, gracias a sus valores, en el Registro Andaluz de Arquitectura Contemporánea, del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico.

Unas 25 personas asistieron a este paseo guiado, en el que Carlos Verdú desveló el lenguaje moderno de su portal del edificio Luz, en el que llama la atención un enorme panel con motivos marineros y unas carabelas que parecen navegar escaleras adentro.

En el edifico Horizonte Ángel Asenjo habló de su espectacular portal, con luz natural gracias a una enorme claraboya. Un resultado final que con sus plantas y juego de escaleras recuerda a un lujoso centro comercial.

El pasado mes de mayo, el anterior concejal de Urbanismo, Francisco Pomares, admitió que los criterios de protección de los años 80 habían quedado desfasados y que había elementos del Patrimonio de Málaga que podían protegerse «con sentido común».

De momento, la plataforma digital Malaka.net de la UMA y el Ayuntamiento incluye estos dos últimos edificios en su inventario de elementos arquitectónicos notables, no así el de Antonio Lamela.

La buena arquitectura contemporánea de Málaga quiere pasar a la posteridad y no quedarse en el camino.