Una vez que la Junta de Andalucía ha desbloqueado que el Ayuntamiento pueda ejecutar el gran parque en los antiguos terrenos del Campamento Benítez, después de que el delegado de Agricultura, Ganadería y Pesca y Desarrollo Sostenible, Fernando Fernández Tapia-Ruano, firmara la resolución administrativa que estimaba las alegaciones de Urbanismo, queda un último pero no pequeño escollo para la realización, un problema que ha pasado de la administración socialista del Gobierno andaluza a la del PP y Cs, constituida tras las elecciones el 2 de diciembre: el desdoblamiento del arroyo El Cañuelo. Si el plan de urbanización del parque cuesta 4,7 millones de euros sería algo asumible, pero hacer esa gran obra en el cauce del arroyo, impuesta por la Junta socialista en el plan especial del suelo, tendría un coste de en torno a seis millones de euros, lo que pone en peligro la viabilidad misma del proyecto de parque.

Eso ha levantado reticencias, pero no ahora, sino siempre. Cuando en enero de 2018, el alcalde, Francisco de la Torre, presentó el proyecto de parque, ya habló del escollo del arroyo del Cañuelo, que costaría 6,1 millones de euros, de forma que el regidor, entonces, no se mostró muy entusiasmado por hacerlo pronto, sobre todo porque además de ser un requisito esencial solicitado por la Junta en el Plan Especial, la obra se solicita para avenidas de agua que se dan cada medio millar de años y en una zona en la que no hay casas. Si se desborda el agua, será sobre un parque, pero las exigencias parecen muy duras, según pudo saber este periódico.

El desdoblamiento del arroyo del Cañuelo lo impuso la Junta socialista y la idea que manejan algunas fuentes es buscar otras alternativas al encauzamiento, es decir, potenciar la lucha contra una posible inundación de la zona con medidas blandas, como se hizo, por ejemplo, en el entorno del Guadalhorce, sobre todo porque gastarse seis millones de euros para encauzar un arroyo en zona no habitada, y que si se ve afectada lo afectado será un parque, sumerge el proyecto de urbanización en la inviabilidad por su alto coste. Se están buscando, por tanto, alternativas a ese encauzamiento. Está por ver que la Junta de PP y Cs mantenga este requisito como inexcusable. De ello dependerá, en buena medida, el futuro del parque. Sobre todo porque esas altas exigencias autonómicas en cuanto a inundabilidad se dieron en una época en la que hubo varias sentencias contra los planes al respecto. El otro escollo, el de no tener que someter el proyecto de urbanización, es decir, de parque, a un procedimiento de autorización ambiental unificada, ya se ha salvado con la decisión de la Junta, que el domingo dio por desbloqueado el proyecto. La Junta habló de que el Ayuntamiento sometería el arroyo a una serie de medidas correctoras, pero ¿permanece la exigencia de desdoblarlo?