El solar de la calle Agustín Parejo que hace esquina con la calle Huerta del Obispo, en El Perchel, que, como informó La Opinión el pasado día 20, había sido denunciado por los vecinos por albergar montañas de basura, dará paso a un proyecto de viviendas y oficinas.

Así lo ha anunciado la propiedad del solar a la Gerencia de Urbanismo, un día después de que esta le apercibiera. «Nos pusimos en contacto con los propietarios del solar para decirles que tenían que limpiarlo y que íbamos a meterlo en el Registro de Solares», informa el concejal de Urbanismo Raúl López, quien ya anunció la semana pasada que si la propiedad no actuaba, sería la Gerencia la que limpiaría el solar de forma subsidiaria y pasaría la factura al propietario, «más el recargo y la sanción», además de incluir la parcela en el Registro Municipal de Solares y Edificaciones Ruinosas.

El Departamento de Patrimonio fue el encargado de contactar con la propiedad, que al día siguiente solicitó la licencia de obra, destacó Raúl López.

El concejal de Urbanismo se congratuló por esta reacción, que acabará con un solar que llevaba en la zona desde el año 2008 ó 2009, según evidencian las fotos aéreas del portal Ideandalucía, de la Junta de Andalucía.

Como recordaban dos de las vecinas que viven en el bloque de enfrente, en la calle Agustín Parejo, en el solar había ratas, cucarachas, y gran presencia de moscas y mosquitos en verano, además de mal olor.

«Hemos ido 200 veces al Ayuntamiento, empezamos cuando Diego Maldonado era concejal», contaba la semana pasada Estrella Sánchez, de 79 años, que explicó que, hace unos cuatro años, el Ayuntamiento ya envió «una brigada» a limpiar la parcela, aunque no llegó a retirar la bolsas de basura, que se acumularon junto a la valla del solar. «Allí siguen, debajo de la basura», explicó.

Antonia Rueda, otra vecina, mostró su alegría por la futura construcción de las viviendas, pero pidió que, antes de nada, se limpie la basura acumulada. «Estoy muy contenta, el Ayuntamiento me llegó a decir que no tenía dueño y no es nada agradable estar en un dormitorio con la basura enfrente», comentó.