El proyecto de semipeatonalización del eje Álamos-Carretería, la ronda histórica del centro de la ciudad, tiene, entre otras ventajas, la de ser un proyecto verde o, por lo menos, con muchas mejoras medioambientales en relación a iniciativas urbanísticas transformadoras llevadas a cabo en años anteriores. Tal vez la reforma y semipeatonalización de la Alameda sea la que más puede aproximársele en filosofía ecológica. Según explicaron ayer fuentes municipales, la minoración del tráfico, cuya superficie se reduce a la mitad, los materiales empleados en el pavimento, las medidas de calmado de la circulación y las zonas verdes podrían propiciar una reducción drástica de CO2 a la atmósfera. Las previsiones municipales estiman que esta podría ser de un 70%.

Esta semana, curiosamente, se celebra la Cumbre Mundial del Clima en Madrid y la inclusión de criterios ecológicos en los grandes proyectos de transformación y reforma urbana se acelera en las nuevas iniciativas municipales. Así, las fuentes explicaron que se reduce la superficie destinada al tráfico en el eje Álamos-Carretería desde los 6.000 a los 3.000 metros cuadrados. A ello hay que sumar el uso de pavimento fotocatalítico, «que lo que hace es que no contamina, es decir, absorbe la polución y evita que se contamine». Se va a destinar este tipo de pavimento a 8.556 metros cuadrados de ese eje urbano.

Asimismo, habrá 3.800 metros cuadrados de pavimento fonoabsorbente y se incluirá pavimento drenante, que lo que permite es «devolver el agua al freático, que es el agua más pura». Asimismo, se va a renovar todo el saneamiento de ambas arterias, habrá una red de valdeo y contenedores soterrados, así como diferentes medidas de calmado del tráfico, como una zona 20. La plataforma, por cierto, será única y de una misma altura para zonas peatonales y de tráfico. «Todas esas medidas nos hacen prevér una reducción de emisiones de CO2 a la atmósfera del 70%». Todas estas y la colocación de 139 árboles y de 160 metros cuadrados de zonas verdes, a lo que contribuirá, claro, la masa arbórea.

Las zonas peatonales, que se amplían hasta los 6.500 metros cuadrados desde los 4.500 actuales, estarán separadas de la zona de circulación por elementos disuasorios como papeleras o bancos. La intensidad media diaria del tráfico, ahora mismo, es de 6.400 vehículos, que se reducirán a la mitad. Los vehículos privados sólo podrán circular por la zona si acuden a un parking u otro tipo de gestiones.

La Gerencia Municipal de Urbanismo ha terminado estos días la redacción del proyecto, cofinanciado en parte con fondos europeos, y en breve estarán listos para su aprobación y procedimiento de licitación. La intervención en Carretería costará 6 millones de euros y 1,6, las obras de calle Álamos.