Las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA y de Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga se han reunido en un encuentro informal para analizar la «preocupante» situación por la que atraviesa el sector de la provincia, caracterizada por la sequía, los precios bajos, los problemas de comercialización en el exterior (como consecuencia de vetos y aranceles) o el «fracaso, hasta el momento», del mecanismo de almacenamiento privado de aceite de oliva aprobado por Bruselas.

Asaja ya explicó hace unos días que los bajos precios que están recibiendo los agricultores y ganaderos por sus producciones, junto a algunas bajadas puntuales de cosecha en ciertos cultivos a causa de la carencia de lluvias, han provocado en este recién concluido 2019 un descenso de facturación del campo malagueño, con 733 millones en ventas, un 8,8% menos que en 2018. El año no fue malo en resultados pero lo que más preocupa entre los profesionales agrarios es que la tendencia a la baja se mantenga y traiga nuevas caídas en 2020. De hecho, la coyuntura de precios reducidos en origen previsiblemente va a mantenerse y la amenaza de sequía es cada vez más real si no llueve en estos próximos meses.

En el encuentro, celebrado el pasado martes, estuvieron el gerente de Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga, Carlos Cintas; el presidente de Asaja Málaga, Baldomero Bellido; el secretario general de UPA-Málaga, Francisco Moscoso, y Antonio Rodríguez, secretario de COAG-Málaga.

Los representantes de organizaciones y cooperativas coincidieron en que la situación del sector agrícola y ganadero de la provincia es «muy preocupante».

Prácticamente todas las producciones (aceite de oliva, hortícolas, cereales, cítricos, vino, ovino, caprino, avícola, apícola etcétera) afrontan una crisis de precios y comercialización sin precedentes, expusieron.

Especialmente «dramática», explicó ayer el colectivo Cooperativas Agro-alimentarias de Málaga, es la coyuntura del aceite de oliva, con precios en caída libre desde hace dos campañas, excedentes históricos, barreras a la comercialización como los aranceles impuestos por Estados Unidos a la exportación y, como añadido, un almacenamiento privado autorizado por Bruselas, cuya aplicación, a falta de dos licitaciones, parece «una burla al sector olivarero español».

Próximas reuniones

Por ello, las organizaciones y cooperativas malagueñas se unen a la corriente generalizada de iniciar movilizaciones en el sector agrario español. Así, mantendrán una nueva reunión a mediados de enero con los sindicatos CCOO y UGT. Por entonces, precisó Asaja, ya se conocerán si se amplían, en productos y cuantía, los aranceles estadounidenses que actualmente gravan las exportaciones españolas de aceite, aceituna, vino, lácteos, porcino y frutas, entre otros, así como la estructura del nuevo Gobierno de España y si se mantiene o no el Ministerio de Agricultura y su titularidad; «factores que pueden generar mayor tensión a la ya difícil situación de agricultores, ganaderos y cooperativas».

El sector malagueño ha reclamado medidas urgentes que garanticen la viabilidad y futuro de su actividad, donde la falta de rentabilidad, los problemas de comercialización y las incertidumbres generadas por el proteccionismo político de países como Rusia y Estados Unidos, la nueva PAC y el Brexit «deben ser resueltas con planes de choque, realmente efectivos, por parte de España y la Unión Europea, a la máxima brevedad».