Las agresiones a profesionales sanitarios en hospitales y centros de salud no han cesado durante las fiestas y la provincia ha registrado «al menos» siete denuncias en Navidad.

Los centros de salud de Ciudad Jardín, Miraflores de los Ángeles, Cruz de Humilladero y Cuevas de San Marcos, así como el Clínico, han sidolos escenarios de los últimos episodios de violencia por parte de pacientes o familiares a los profesionales sanitarios.

El sindicato CSIF aseguró que en estos siete episodios conocidos, en los que han destacado las agresiones verbales, amenazas e insultos, los profesionales afectados han vuelto a vivir una «situación de indefensión ante este tipo de episodios violentos». Por ello, exigen a la administración la inclusión de varias medidas para acabar con este problema. Asimismo, recordaron que Málaga es la provincia que contabilizó más sucesos de este tipo de Andalucía con hasta 309 casos reconocidos en el año 2018.

De las últimas agresiones producidas en Navidad, el sindicato destacó el caso de Cuevas de San Marcos. Un paciente insultó, amenazó y trató de agredir al médico y al enfermero que le atendían en Nochevieja y tuvieron que refugiarse tras ser perseguidos por el agresor.

Otro de los hechos que destacaron sobre lo ocurrido en las fiestas es la situación del Clínico, donde tuvieron lugar hasta tres agresiones diferentes; dos en el servicio de Urgencias y una en planta de hospitalización. Asimismo, el sindicato recordó que las agresiones en el Hospital Clínico producidas en este último año 2019 han llegado a la veintena.

Peticiones

Entre las peticiones por parte del sindicato para erradicar el problema exigen «medidas organizativas ante la escasez de tiempo en consulta y la sobrecarga asistencial, ya que son las principales causas de las agresiones».

En cuanto a medidas disuasorias o que puedan proteger a los profesionales, el sindicato volvió a solicitar el botón antipánico en los centros de salud, así como incorporar personal de seguridad, al menos, en los centros en los que se registren más episodios, a lo que añadieron más cámaras de vigilancia, presencia policial, una segunda puerta de salida en consulta y medidas de autoprotección para los trabajadores. «Es algo sencillo, como en el caso del centro de salud de Cuevas de San Marcos, donde los trabajadores reclaman que se dote de un celador-conductor más la zona de triaje, así como la instalación de un sistema de videovigilancia», explicó CSIF. Además, piden el endurecimiento de sanciones ante posibles reincidencias, así como un estudio de medidas de seguridad específicas en cada caso.