Los responsables de Unicaja Banco anunciaron ayer en Madrid que el nuevo plan estratégico aprobado para el período 2020-2022 tiene fijado un objetivo de crecimiento anual del beneficio neto del 10% durante los próximos tres años y un porcentaje de retribución de las ganancias a los accionistas por encima del 50%, entre otros parámetros. La hoja de ruta de Unicaja Banco tiene marcada como meta el seguir siendo líderes en sus mercados de origen (fundamentalmente Andalucía y Castilla y León).

El plan incluye entre sus ejes una mejora de la eficiencia con el que se impulsará la productividad y la digitalización de procesos con el objetivo de lograr una reducción de costes anual del 3% hasta el año 2022, lo que supondrá un ahorro bruto superior a 70 millones de euros. El ahorro neto se moverá así entre los 45 y 50 millones netos, según precisaron el consejero delegado de Unicaja Banco, Ángel Rodríguez de Gracia, y el director general de Finanzas, Pablo González, durante la presentación de los resultados de 2019.

La entidad quiere cerrar 2022 con una ratio de eficiencia inferior al 60 % y que la rentabilidad financiera para el accionista (ROE) supere el 6 % frente al 4,4 % del final del pasado ejercicio. En lo relativo a la solvencia, Unicaja aspira a seguir teniendo para finales de 2022 un porcentaje de capital de máxima calidad CET1 fully loaded, con todos los requerimientos normativos, de más del 13 % y a remunerar al accionista con todo lo que exceda de ese porcentaje. En cuanto al tratamiento de los riesgos, la prioridad será compatibilizar el crecimiento con un bajo coste de los mismos, con una ratio de morosidad inferior al 2,5 % y un porcentaje de cobertura superior al 50%. Rodríguez de Gracia afirmó que se trata de un plan «prudente» y que tiene «los pies en el suelo».

El plan también contempla inicialmente la supresión de un centenar de oficinas de la red de Unicaja atendiendo a criterios de baja rentabilidad, aunque los directivos del banco han señalado que se trata de unas estimaciones previas y que, si en este tiempo la dinámica mejora a una rentabilidad «adecuada», esa cifra podría revisarse a la baja. El plan contempla un incremento de la rentabilidad media por oficina de entre el 20% y el 25%, así como un aumento de la productividad media por sucursal del 40-45%.

En todo caso, comentaron que la entidad viene trabajando para que el cierre de sucursales que pueda producirse en el ámbito rural (que es donde menos rentabilidad suelen ofrecer las oficinas) no deje a esa población desatendida. Unicaja Banco cuenta ya con una red de 170 agentes de atención en el mundo rural, una cifra que quieren elevar a 300. En el ámbito urbano, los planes pasan por apostar por el formato de oficinas de gran tamaño, que pasarían de 350 a 400, aunque dentro de un proceso general de contracción del parque de sucursales. En 2019, la red de oficinas de Unicaja se redujo en un 9,3%, hasta un total de 1.046 sucursales.

Los rectores del banco apuntan que el trato cara a cara con el cliente tiene cada vez menos peso en una época donde gran parte de las gestiones se realizan a través de las nuevas tecnologías. De hecho, Unicaja estima que el modelo del futuro es «multicanal», por lo que pondrá en marcha una unidad de atención remota. El objetivo del Plan 2020-2022 es que el porcentaje de clientes digitales de la entidad pase del actual 48% al 65%. La intención también es que las operaciones a través del móvil supongan el 50% del total para ese año.

En este sentido, en el marco del eje de analítica y datos del nuevo plan se contempla dedicar unos 190 millones de euros «para continuar con la transformación tecnológica y analítica».

En relación al empleo, explicaron que, de entrada, no hay previsiones de reducción. Unicaja tiene todavía pendiente gran parte de la ejecución de su último plan de prejubilaciones voluntarias pactadas a finales de 2018. Unicaja tiene ahora mismo más de 6.700 trabajadores. «La política del banco no ha sido hacer ERE sino llegar a acuerdos de jubilaciones voluntarias», recordó Rodríguez de Gracia.

Lo que sí contempla el plan es la redistribución de trabajadores dentro de la apuesta por la transformación tecnológica y analítica, con unas 500 personas que serán reasignadas de áreas, con especialización de nuevas figuras comerciales y capacitación en competencias digitales y analíticas para desarrollar el talento interno. Habrá unos 100 trabajadores en proyectos multidisciplinares y se buscará en el mercado a otros 70 0 100 para nuevos perfiles. Unicaja Banco también anunció que habrá incentivos económicos para trabajadores en función del cumplimiento de los objetivos.