Málaga necesita al turismo y el turismo necesita a la capital de la Costa del Sol. Pedíamos en esta crónica el pasado fin de semana un pacto entre todas las fuerzas políticas de la ciudad y los representantes empresariales, sindicales y ciudadanos para sacar a la urbe de la crisis económica derivada del coronavirus, que va a ser de las peores de la historia si nos atenemos a los vaticinios del Banco de España o a los números de potencias como Alemania o Estados Unidos. Si ese pacto era general, el turismo, un pilar esencial de la economía provincial y de la capital, requiere de un acuerdo monográfico que implique a todas las fuerzas vivas de Málaga. Y ese pacto debe ir precedido de una reflexión general sobre si el crecimiento turístico se regía por parámetros de sostenibilidad y de redistribución de la riqueza (si esta llegaba a los trabajadores). Ese futuro acuerdo, claro está, debe ir precedido de esa reflexión colectiva y de un intento serio de autocrítica, también, por parte del sector, dadas las polémicas ciudadanas generadas, por ejemplo, en torno a las terrazas y el ruido, pero los ciudadanos deben participar aquí también, desterrando, en algunos casos la turismofobia, y comprendiendo, en toda su extensión, lo que supone el turismo para decenas de miles de familias de toda la provincia. Todo el proceso debe ser liderado por el Ayuntamiento.

Ya ha habido intentos de sumar a todo el sector, como ocurre con la Junta de Andalucía, que en sus labores de promoción quiere implicar a los ayuntamientos y a los empresarios; o como sucede, por ejemplo, en la Diputación Provincial, que a través de Turismo Costa del Sol está dando forma a un plan de impulso turístico, también con el sector y los alcaldes de los principales municipios turísticos de la provincia. El consenso, la autocrítica sobre los beneficios y déficit del sector, realismo sobre la situación y en relación a las medidas a tomar son las claves de una ecuación que debe sacar a la Costa del Sol de este mar embravecido.

Pero ¿cuáles son las propuestas en materia de turismo de los distintos partidos del Ayuntamiento? ¿Cuáles son los mimbres sobre los que tejer semejante acuerdo? El equipo de gobierno (y Rosa Sánchez, titular del área) trabaja con distintas hipótesis y dice que no hará ningún anuncio hasta que el Gobierno de España tome la iniciativa y dé «la certidumbre necesaria para que los municipios podamos actuar con todas las garantías y la máxima seguridad». Así, aseguran estar diseñando acciones para implementar «acciones y estrategias que anticipen la recuperación del turismo». Desde el inicio de la crisis, están en permanente contacto con el sector y otras administraciones con reuniones y videoconferencias, analizando datos y reuniéndose con gente del sector.

Entre los planes concretos, han ofrecido un servicio de información para viajeros y turistas que atienden de forma telemática, así como se han creado dos oficinas virtuales para atender a emprendedores e inversores; se está elaborando un plan extraordinario de promoción que se pondrá en marcha conforme permita el estado de alarma, este habrá de ser consensuado con el Foro de Turismo de Málaga. Se tendrán muy en cuenta los principales mercados de turistas para nuestro destino: España, Reino Unido, Francia, Alemania e Italia, además de seguir desarrollándose la agenda de la Capitalidad europea del Turismo Inteligente. Se ha puesto también en marcha un plan de difusión online para dar a conocer los atractivos de la ciudad a través de las redes sociales y se ha lanzado, a través de Promálaga y junto a otras entidades, el reto Málaga Tourism Challenge, que ha recibido hasta ahora 100 propuestas con el fin de recopilar ideas innovadoras que ayuden al impulso del sector turístico tras la crisis sanitaria ('Reactivar, Renovar y Reinventar').

Daniel Pérez, líder del grupo municipal Socialista, señala: «El área de turismo lleva desde principios de legislatura absolutamente descabezada, máxime cuando el equipo de gobierno decidió prescindir de su dirección general. Desde entonces hemos visto como ha ido cayendo poco a poco su promoción. De hecho, siempre ha habido quejas en el sector sobre esta actitud, ahora hay muchas relativas a la gestión de su concejala que está prácticamente ausente».

Así, dice el líder de la oposición municipal, «obviamente, el sector del turismo va a ser uno de los más afectados debidos a esta crisis. Aún es necesario articular los futuros escenarios, y eso debería hacerse de manera coordinada. Por eso no se entiende, sinceramente, que en mes y medios de confinamiento este Ayuntamiento no haya convocado una mesa de turismo ampliada para abordar estas cuestiones. Esto evidencia la falta de empatía municipal con el sector y la falta de ideas e iniciativas».

El Grupo Socialista afirma haber estado a lo largo del mes y medio de confinamiento en contacto con los agentes sociales para poder tratar cuestiones relativas al turismo. De «ahí nace una propuesta nuestra al equipo de gobierno, recientemente denegada por la alcaldesa accidental, como es la creación de un 'Bono Málaga' que fomente el consumo local o incluso dentro de la comunidad autónoma, con ayudas al sector cultural, hostelería, hoteles o pequeños y medianos comercios, con la idea que el consumo comience localmente para que no haya un escalón brusco en la vuelta a la normalidad de los tránsitos turísticos con nuevos planes de promoción».

Además, afirman tener preparada una batería amplia de propuestas. «Tenemos preparada una batería de cuestiones que tienen como fondo la reactivación del sector en apenas un ejercicio, promoviendo la ciudad como un destino seguro. Pero para ello, hace falta un mayor compromiso institucional, ya que igual que podemos criticar la inacción municipal, debemos reprochar la falta de actividad de Turismo Andaluz a este respecto. Ni están ni se les espera, vemos a las administraciones local, provincial y autonómica, con los brazos cruzados, esperando que les caigan directrices nacionales, sin tener ni idea de cómo abordar el futuro, y eso es bastante desalentador para el sector».

Eduardo Zorrilla, portavoz de Adelante Málaga, afirma que es necesario avanzar «en una transición del turismo de masas al turismo de calidad». Y da sus propuestas: «Poner en marcha cuanto antes una Mesa sobre el sector turístico en el que participen organizaciones empresariales, sindicales, sociales y expertos. El desafío de la reconstrucción económica y social debe asumirse de forma inclusiva y plural, recogiendo propuestas e ideas de los distintos sectores; ayudas y apoyo fiscal a hoteles y al sector comercial para adoptar las medidas de seguridad precisas y que garanticen el mantenimiento de los puestos de trabajo; estimulo de la diversificación y descentralización turística: Turismo deportivo, etnográfico y cultural, autocaravanas, etcétera, que pivoten sobre menores escalas que se adapten al proceso de desescalada progresiva; inversión pública para la mejora de infraestructuras (corredores verdes, senderismo, depuración y tratamiento de aguas); crear y fortalecer la formación profesional pública para avanzar hacia una hostelería con empleos de calidad y campañas de promoción teniendo en cuenta que el turismo internacional se verá afectado por la actual situación».

Antes de que estallase el coronavirus, numerosos responsables políticos, empresariales o sindicales llamaron la atención sobre el hecho de que la capital, a lomos de su estrategia como urbe cultural y amante de las nuevas tecnologías, debe tratar de no morir de éxito, lo que era una invitación velada a reflexionar sobre la sostenibilidad de los recursos y del territorio en la actividad turística. Málaga es ya madura en su estrategia, ahora toca redefinirse y abogar por la calidad más que por la cantidad.