Tras más de dos meses de cierre por el estado de alarma, los concesionarios y talleres de Málaga reabrieron sus puertas este pasado lunes, 18 de mayo, coincidiendo con el acceso de la provincia a la fase 1 de la desescalada. El presidente de la Asociación de Concesionarios, Talleres y empresas afines a la Automoción de Málaga (AMA-Asomauto), Carlos Oliva, que también es gerente de Honda-Cotri, comenta las impresiones del sector, las medidas de prevención adoptadas y sus expectativas a corto y medio plazo. El sector, que reúne a 5.000 trabajadores y 1.800 empresas, se ha acogido en su gran mayoría a expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE), y ahora han comenzado a rescatar a sus empleados.

¿Cómo ha ido la semana de reapertura tras el acceso de Málaga este pasado lunes a la fase 1?

Con un volumen importante de trabajo que era previsible tras los dos meses que hemos estado cerrados. En el ámbito de los talleres había muchos clientes con reparaciones pendientes y revisiones a pasar. En cuanto a los concesionarios de vehículos, ya se están viendo de forma tímida las primeras visitas a los establecimientos con cita previa. El cliente llama previamente y te dice cuándo se pasa (por ejemplo, en dos horas). Como digo, son algunas, pero lo importante es empezar a funcionar e ir tomando poco a poco el pulso del negocio. Estar tanto tiempo cerrados no tiene precedente, y eso provoca también un cierto despiste entre el personal.

Entiendo entonces que no hay un aluvión de clientes que esté provocando espera en las citas.

Para la venta, en los concesionarios no estamos teniendo ningún problema. Quizá en talleres, donde hay ahora mismo una mayor demanda, sí puede haber cierta lista de espera, depende de la marca o de las circunstancias. Podríamos estar hablando, en algún caso, de una espera mayor de lo habitual. Puede haber casos de unas dos semanas, pero siempre dependiendo de la reparación en cuestión y de la empresa. Por eso recomendamos a quien pueda tener más urgencia (una revisión o mantenimiento que vaya a vencer) llamar con tiempo, porque estos días se acumula más trabajo.

¿Ha sido complicado montar los protocolos de seguridad necesarios para la seguridad de los clientes y trabajadores?

Los concesionarios oficiales de las marcas multinacionales han recibido unos procesos perfectamente reglados. Todos abrimos unos días antes para establecer estos protocolos con el personal y ha sido fácil, porque ya se nos daba bastante resuelto el tema, con auténticos manuales de procedimiento que detallaban los pasos y los materiales a utilizar. En cuanto a los talleres que no dependen de estos concesionarios, me consta que todo el tema de las seguridad se ha aplicado de forma muy exhaustiva. En Asomauto hemos dado también mucha información y el tema se ha llevado de forma impecable.

¿Qué medidas destacaría?

Igual que en otros comercios se han puesto marcas en el suelo, mamparas, equipos de protección individual (mascarillas y guantes) o limpieza y desinfección por ozono en todas las partes de los vehículos que son tocados por los clientes. Las medidas son exquisitas. No va a haber ningún problema con eso.

¿Cómo se están realizando las pruebas de los vehículos?

Se hace siempre con mascarillas, tanto el cliente como el vendedor, y sentados en diagonal, uno delante al volante y otro atrás. Cuando se acaba se desinfecta el vehículo tanto como líquidos como con una máquina de ozono que limpia el aire del interior y los conductos de ventilación.

La mayor parte de los negocios, un 90%, se ha acogido a un ERTE durante este tiempo. Supongo que ya hay reincorporaciones.

Sí, durante el estado de alarma sólo hubo algunos retenes de trabajadores que atendían reparaciones de urgencia en vehículos de actividades esenciales. Ahora se está rescatando ya a los trabajadores de forma importante aunque progresiva. No olvidemos que la demanda en determinados departamentos todavía no es muy fuerte. Así como en talleres el rescate es más alto, en el comercial o el de administración se está haciendo de forma más pausada, al no haberse generado demasiada actividad en estos dos meses. Y la venta está todavía floja, por lo que se trabaja con vendedores a turnos.

O sea, que van al día.

No se trata de sacar de entrada a todo el mundo del ERTE porque si en 15 días no vienen clientes te encuentras un agujero importante en la cuenta de resultados. La actitud ahora es comprobar la actividad en tiempo real y decidir si reincorporas a algún trabajador en concreto en función de esa demanda. Así estamos todos, adaptándonos al día a día. Calculo que todavía quedará una parte importante de las plantillas en los ERTE y que será al pasar a la fase 2 cuando se produzca un rescate más importante.

Entiendo que comparte la petición empresarial de que el Gobierno amplíe los ERTE hasta final de año.

Sería una medida que quitaría la incertidumbre y la presión de tener que reincorporar a toda la plantilla cuando aún no sabemos qué va a pasar.

Las matriculaciones en marzo, abril y presumiblemente mayo se están moviendo en niveles mínimos por circunstancias obvias ¿Cómo se comportará el mercado estos meses?

Las ventas de vehículos, como pasó en los primeros años de la crisis, se van a circunscribir a operaciones de reposición: clientes que no tienen coche, se les rompe con una avería importante o tienen un siniestro, casos de urgencia. Es decir, la compra por capricho se va a reducir muchísimo. Esperemos que eso dure el menor tiempo posible, que no pasen muchos meses y que la situación vuelva a la normalidad. Ante la incertidumbre, las compras siempre se limitan a lo estrictamente necesario. No obstante, creo que también habrá ofertas importantes.

Eso pensaba ¿Tirarán de descuentos para captar al cliente?

El sector en España ya estaba muy dopado en cuanto a descuentos, con uno de los mayores niveles de Europa, pero es verdad que siempre hay hueco para determinadas promociones, no sólo económicas sino cruzadas con otro tipo de financiación, por ejemplo el regalo de un seguro. Todo eso se va ir viendo próximamente para favorecer la demanda.

Todos los sectores económicos piden ayudas al Gobierno, ¿qué solicitan ustedes?

Tenemos la gran ventaja de que las ayudas que nosotros pedimos no sólo no cuestan dinero sino que acaban repercutiendo en las arcas del Estado a través de impuestos. El incremento de la recaudación del IVA y otros impuestos por la venta de vehículos siempre ha sido mayor que los planes aplicados para favorecer esa ventas. Lo que pedimos es un empujón a la demanda por parte del Gobierno. Y también que aclare la incertidumbre de los últimos meses sobre los modelos de propulsión. Todo eso se puede hacer con un plan de achatarramiento para renovar la flota más antigua, algo que contribuye también a reducir las emisiones de CO2 y la cifra de accidentes.

¿Han calculado la bajada de ventas?

Se barajan caídas para el conjunto del año de entre el 30% y el 40% dependiendo de si hay rebrote de coronavirus en otoño, del nivel de ayudas y de otros muchos factores. Es difícil hacer cálculos ahora. Lo que sí sabemos es que el año va a ser complicado.

¿Teme que haya negocios que se queden por el camino?

Los concesionarios son, por lo general, empresas de grandes grupos o negocios que facturan más diez millones de euros al año. El sector en Málaga es potente y ya fue capaz de superar, pese a los problemas, la anterior crisis económica sin grandes hecatombes. La de ahora la superaremos igual. Eso no quita que pueda haber puntualmente algún negocio que salga.