"La elección más importante que hace un médico en su vida". Es la frase que repiten muchos recién graduados en Medicina -y que secundan con el paso de los años- al ser preguntados por el examen que les permitirá o los denegará una plaza de Formación Sanitaria Especializada (FSE) en el Sistema Nacional de Salud. También son las palabras que usa Jesús Saldaña, un malagueño recién titulado y afectado por la convocatoria MIR 2020 junto a 150 opositores más de su promoción.

El 25 de enero este médico se presentó a su examen como aspirante a Médico Interno Residente, una prueba trascendental a la que meses antes se le había aplicado unos cambios sustanciales en su idiosincrasia -de 5 horas de duración y 225 preguntas a 4 horas y 175 preguntas y modificación de los baremos académicos- que, de por sí, iniciaron la angustia de los graduados.

Superado el examen, los opositores recibirían los listados definitivos con las calificaciones y los turnos en el proceso de selección de plazas el 16 de marzo, pero dos días antes se declaró el estado de alarma a causa de la crisis sanitaria y se paralizó todo.

"Durante más de dos meses no tuvimos ningún tipo de información oficial. Estábamos escuchando rumores de que la elección de plazas iba a ser telemática exclusivamente, entonces empezamos a ver las dificultades del proceso", rememora Jesús.

La rumorología de los primeros meses de cuarentena se convirtió en certeza el pasado jueves cuando el Ministerio de Sanidad confirmó que la elección de las plazas de Formación Sanitaria Especializada (FSE) no solo de Medicina sino de Enfermería, Farmacia, Química, Biología, Psicología y Física, será de forma exclusivamente telemática, descartando el método tradicional de acudir presencialmente a la sede ministerial del ramo en Madrid en la que se desarrolla un reparto en directo, todo con el objetivo de prevenir posibles contagios.

Esta nueva modalidad implica que los aspirantes no pueden modificar en el último momento su elección, en caso de que los opositores de los primeros puestos en el reparto ocupen su plaza deseada y opten por el "plan b".

"Las condiciones de manera telemática siguen siendo bastante lesivas porque no te deja cambiar tus opciones en las 12 horas antes de tu turno de elección. Esto afecta especialmente a los opositores que quieren obtener plaza en Medicina de Familia, porque piden un área sanitaria y dentro de ese área hay varios hospitales y varios centros de salud. Si alguien quiere un hospital o un centro de salud en concreto puede que cuando vaya a elegir justo le hayan quitado su centro de salud o su hospital y le manden a otro que no quiere y, a lo mejor hubiese cambiado a otro área sanitaria donde hay otro hospital o centro de salud que le gusta más", explica Jesús Saldaña. "Como van eligiendo uno por uno, si tienes tu lista de opciones subida 12 horas antes, los cambios y ajustes de última hora no son posibles".

Por ello, las alternativas que planteaban ya al principio del confinamiento era la posibilidad de mantener el reparto presencial y en directo en las subdelegaciones del Gobierno de cada provincia, de manera que no hubiera que desplazarse entre provincias ni comunidades, en turnos con menos aforo, con uso obligatorio de mascarilla y garantizando la distancia de seguridad:

"Nosotros queríamos buscar un sistema adecuado para el estado de alarma y que permitiera ese ajuste de última hora porque, de verdad, hay gente que le hace mucha falta. No queremos provocar ningún brote. Si no podía ser presencial pues telemática, pero con esa garantía de poder elegir en el último momento, pero no nos han respondido claramente a ningún de las alternativas".

Con todo, los nuevos residentes deberían haberse incorporado en mayo pero el reparto de las plazas en cada especialidad sanitaria -en las que pasarán un período formativo de entre cuatro y cinco años- se posterga hasta julio. Finalmente, se incoporarán a los hospitales y centros de salud en septiembre.

"Los residentes de cuarto y quinto año, que son los últimos, se han ido en mayo y ahora están los hospitales sin residentes nuevos desde mayo hasta septiembre. Faltan los de primer año que normalmente hacen las guardias de urgencias junto con los adjuntos". Esto supone que estas funciones deberán ser asumidas por los residentes de segundo y tercer año que continúan su aprendizaje este verano.

La siguiente promoción, también afectada

El retraso en las incorporaciones de los residentes pertenecientes a la promoción 2020, junto a la dosis de incertidumbre que aporta la crisis del coronavirus y la posibilidad de nuevos rebrotes, ha supuesto que los médicos acaban de graduarse hace unas semanas se sumerjan en un duro temario sin tener claro cuándo podrá ser la prueba, normalmente entre enero y febrero.

"Nunca se dice la fecha con mucha antelación pero siempre sabes que va a ser por ahí, es una ley no escrita. En nuestro caso, empezar a estudiar una cosa que no sabes cuando va a terminar y con esa exigencia... Esperamos que en septiembre nos digan algo", lamenta Andrea García, graduada en Medicina por la Universidad de Málaga y al frente de 2MIR21, un movimiento surgido en las redes sociales que aglutina a opositores de la próxima convocatoria.

"El examen MIR es algo fundamental, tenemos que luchar lo máximo y matarnos para conseguir una plaza. Nuestro estudio es muy exigente, sabes que tu futuro depende de ese examen, ahora con toda la incertidumbre que hay, que se está atrasando la promoción anterior a la nuestra... es que no sabemos nada", denuncia Andrea.

Por el momento, algunas academias de preparación al MIR ya han comenzado a impartir clases y el resto se irá incorporando en las próximas fechas. Los rumores hablan de un aplazamiento de la próxima prueba incluso hasta el mes de mayo de 2021 pero sobre seguro, todavía nada.