«No tiene mucho sentido que los niños sepan cómo se llama la ciudad donde viven los Simpson, pero no sepan que en su ciudad, en Málaga, hay un acueducto», explica Kike Díaz.

Este afable creativo audiovisual y gestor cultural, que está detrás de proyectos tan exitosos como la Banda del Sur o el Club de las Ideas de Canal Sur, comprobó mientras hacía talleres y daba charlas en colegios e institutos de Málaga lo huérfanos que estaban los niños y adolescentes de cultura local.

Por eso, junto con el periodista Antonio Márquez decidió contraatacar, por ejemplo, con iniciativas como el Bókeron Show, «el único concurso de cultura local para televisión que ha habido en institutos de Málaga».

Ahora, los dos profesionales han dado un paso más y han puesto en marcha este año Aula Málaga, un nombre bajo el que bulle un buen número de propuestas locales, una de ellas, el Campamento Urbano Málaga para Familias, que se celebró del 20 al 24 de julio con gran éxito de público, pese a la pandemia.

«Consistió en coger grupos de diferentes edades y recorrer la ciudad entrando donde nadie entra y contando lo que nadie cuenta», resume Kike Díaz.

A partir de los 8 años, 22 personas se sumaron al campamento, que consistió en paseos de cuatro horas diarias por Málaga, con un precio casi simbólico,15 euros por persona, aparte de que hubo colectivos como los de mayores o mujeres en centros de acogida que participaron de forma gratuita.

Como recuerda Antonio Márquez, el campamento surgió «en una etapa en la que el miedo era mayoritario, pero gracias al concepto familia lo hemos superado, algo que ha sido vital».

Con el apoyo de la Fundación Málaga, los participantes han podido conocer, por ejemplo, qué es el ABC de la ciudad: como los malagueños llamaban al tramo donde se suceden el Ayuntamiento, el Banco de España y la sede de Correos (hoy Rectorado), jugando con sus iniciales.

«La gente no sabe que Andersen amaba Málaga y que era un tipo que llevaba una cuerda en el bolso por si había fuego, para poder descolgarse, o quién fue Moreno Villa, mentor de Lorca, Dalí y Buñuel, una figura maravillosa que vivía donde hoy está la oficina de turismo de Málaga; sus memorias, un libro maravilloso llamado ‘Vida en claro’, arrancan ahí», pone como ejemplos de estos paseos Kike Díaz.

La cañaílla y los fenicios

En su opinión, «Málaga necesita de una mítica para saber quiénes somos y quiénes fuimos y que cuando te tomes una cañaílla en un bar digas que los malagueños venimos de Tiro (Líbano), parte de la antigua Fenicia, y vinieron aquí a por este gusano para comérselo y hacer tinte; así, te comerás la cañaílla de una forma diferente», destaca.

Los paseos familiares por Málaga no se olvidan tampoco de la estatua del filósofo judío Salomón Ben Gabirol, que escribió un poema que a juicio de Kike Díaz «es un egotrip» y evidencia que fue «el primer rapero que tuvimos, del siglo X».

El colofón de esta primera edición del campamento urbano, señala Antonio Márquez, fue otro desconocido episodio de la Historia de Málaga: una visita al muelle del Marqués del Guadiaro, «al pie de la nao ‘Victoria’», la que completó la primera vuelta al mundo, «y que lleva el nombre de Victoria por la Virgen de la Victoria de Málaga».

Como aclara el periodista, «la orden de los frailes mínimos tiene su casa matriz aquí en Málaga, empiezan a extenderse y Juan Sebastián Elcano y Magallanes juran fidelidad al Rey en el Convento de la Victoria de Triana, por eso se le pone Victoria a la nao. La Virgen de la Victoria es la patrona de la orden en España y son conocidos como los frailes de la Victoria».

Kike Díaz está convencido de que iniciativas como este campamento para familias no sólo ensalzan el Patrimonio de Málaga, «también educa a las empresas a que se sumen a la defensa del Patrimonio, porque hay una frase que deberíamos grabarnos todos en la piel: sólo se ama lo que se conoce».