¿Cómo definiría su trabajo? ¿Cuál es su filosofía y su visión de la moda?

Mi visión de la moda se basa en la creatividad, que creo que se está perdiendo un poco en los últimos tiempos y para eso estamos los diseñadores, para recuperar esa creatividad perdida. Me gusta trabajar con líneas pulidas que se acerquen a lo que yo creo que es la elegancia y los nuevos estilos de diseño. Me gusta mezclar la elegancia y lo underground, me gusta «romper» la alta costura con el estilo underground. Mi estilo inicial es muy italiano, muy elegante, y por eso fui a formarme a Londres para adquirir esos matices más rompedores y contrarrestar.

¿De qué fuentes bebe a la hora de diseñar sus piezas?

Puede resultarte extraño pero me inspira todo. Puedo ver paisajes en la calle, objetos, etc. pero nunca me fijo en la moda para inspirarme, aunque sí suelo consultar la historia de la moda.

Desde su punto de vista, ¿Cómo se integra o se ha integrado una prenda como es la mascarilla en el hábitat de trabajo de un diseñador?

Ha sido todo muy rápido. Yo empecé a experimentar con los mismos tejidos que había usado en mi última colección. Respecto a la mascarilla, la gente lo que quiere es destacar con ella y hacerla que se note. Tuve que poner la etiqueta con mi firma por fuera de la mascarilla porque todo el mundo me lo pedía.

¿Me imagino que habrá incorporado a su catálogo la venta de mascarillas?

Sí. Desde que abrimos el estudio estamos vendiendo bastantes mascarillas a diario. Estoy vendiendo muchas con pedrería, con Swarowski, etc y nos está yendo muy bien.

El cliente que compra sus mascarillas ¿es el mismo cliente que se interesa por otras de sus prendas, o no?

Mi clientela de siempre sobre todo. Gente que tenía ya alguna pieza mía y me ha reclamado la mascarilla a juego. Aunque también estamos teniendo mucha gente que ve la mascarilla en el escaparate, le llama la atención y entra a comprarla.

¿En qué se ha inspirado a la hora de diseñar la mascarilla que presenta a través de La Opinión de Málaga?

Esta mascarilla está inspirada en una chaqueta que presenté el año pasado en mi colección Bendita Locura. Es una chaqueta torera, cosida a mano, con pedrerías y lentejuelas. Esta chaqueta es una de las piezas joya de F de Frank y es muy identificativa mía y de mi marca.

¿Cómo definiría la experiencia de trabajo con un elemento tan inédito hasta ahora como es la mascarilla?

He trabajado muy bien. En muchas de mis prendas tengo piezas del tamaño de una mascarilla y no me ha supuesto ningún tipo de problema. He trasladado a una sola pieza, cosas que yo hacía en anteriores trabajos.

¿Cómo le está afectando a usted en particular y al mundo de la moda en general la crisis provocada por la pandemia?

Mucho no, muchísimo. Yo cerré mi tienda el día que se decretó el estado de alarma. Venía de presentar mi colección en el SIMOF con un éxito tremendo y tenía muchas citas con clientas que estaban interesadas en las piezas. Tuve que suspenderlo todo. Novias que tenía para este 2020 han aplazado sus bodas al 2021 y también hemos perdido ese trabajo. La feria de Málaga también cancelada y la de Fuengirola, que tiene todas las papeletas para lo mismo. Hemos perdido muchas cosas.

La cancelación de todas las ferias más importantes de Andalucía ha provocado un seísmo en el tipo de moda que usted trabaja, la moda flamenca, ¿con qué espectativas se puede trabajar en una situación tan desfavorable?

Yo vivo el día a día. Ahora estoy haciendo las mascarillas, bolsos a juego con las mascarillas y también una pequeña colección de camisetas para verano. Y sin más pretensiones porque nadie sabe lo que va a pasar. Yo debería estar preparando mi colección del 2021 para el SIMOF y está todo parado. No hay que reinventarse obligatoriamente pero tampoco se puede quedar uno parado.

¿El futuro de la moda pasa indefectiblemente por la digitalización y la venta on line, o pueden convivir perfectamente las tiendas con lo digital?

Creo que pueden y deben convivir ambos conceptos. La venta on line en moda es muy compulsiva, muy comercial. Pero también es cierto que las clientas quieren seguir yendo a los ateliers, hablar con el diseñador y probarse las piezas. Yo llevo ya unos cuantos años y la gente quiere palpar el producto y usar sus sentidos para valorar la prenda. El sector on line es bueno para la economía pero no hay nada como la experiencia tradicional de compra.

Cree que eventos como el Festival de Málaga o la entrega de los Premios Goya repercuten positivamente en el desarrollo de la moda malagueña?

Sí. Cualquier evento donde se puedan ver trabajos hechos aquí son buenos para el sector. Sería ideal que muchas de las actrices y actores que vienen a Málaga lucieran ropa y prendas de diseñadores malagueños.