Los sindicatos de Málaga advierten de que la situación en algunos hospitales de la provincia comienzan a sentir los efectos de los rebrotes, en especial en la realización de los test PCR. «Sigue habiendo mucho descontrol en los PCR, no se hacen a tiempo, la gente que ha estado en contacto con un positivo tarda cuatro o cinco días en hacerse un PCR», apunta Juan Pedro Ruiz, responsable provincial del Sector de Sanidad de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) de Málaga. Por otro lado, Vicente Sandoval, secretario del Sector de Salud Sociosanitario y Dependencia de la Unión General de Trabajadores (UGT), critica que estos test «no se están realizando con inmediatez» y que las personas esperan «hasta tres días» para recibir los resultados.

Al mismo tiempo, Sandoval indica que los centros sanitarios se encuentran «muy próximos a la saturación», especialmente el Hospital Clínico Universitario, el cual califica como «el que mayor carga tiene». Según Sandoval, existen «efectos colaterales» en la falta de controles de acceso de usuarios: «Los pacientes acuden con varios acompañantes y la distancia de seguridad no se puede garantizar. La persona usuaria va con familiares y el volumen de personas es excesivo, afecta a los propios trabajadores que están presentando alegaciones». El secretario señala, en especial, el Hospital Clínico, el Marítimo de Torremolinos y el Centro de Especialidades San José Obrero (Barbarela) y destaca que en los demás hospitales «no existe tanto riesgo».

Por otro lado, Antonio Martín, del Sindicato Médico de Málaga (SSM), señala que la saturación es «clara». Martín apunta que un tercio del personal sanitario se encuentra de vacaciones y que los médicos «están a tope de trabajo». Rafael González, secretario general del Sindicato de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO de Málaga, corrobora esta versión: «La actividad este verano ha disminuido un 40%. Se han planificado mal las vacaciones y no hay personal suficiente». Martín advierte: «Aunque los hospitales tienen menos ingresos, los positivos son mayores y la curva va hacia arriba. Lenta, pero va creciendo. Faltan recursos».

En cuanto a la atención primaria, Juan Pedro Ruiz, afirma que es lo que «más se debería cuidar en estos momentos», y considera que se le han añadido dos tareas «muy tediosas»: la función de rastreadores y, aunque no es muy frecuente todavía, la función de enfermeros escolares: «Estamos descuidando mucho la atención primaria antes de que vengan los grandes rebrotes. Los enfermeros están muy sobrecargados». Marín, por su parte, pide tranquilidad y comprensión a los usuarios: «Si no se le puede atender es porque se está atendiendo a otra persona. Pedimos a los pacientes que sean comprensivos, esto no es una normalidad, todavía estamos en un estado de excepción».

Los sindicatos también hacen hincapié en las consultas telefónicas de los médicos de cabecera. «Existe bastante saturación y nosotros ya lo denunciamos a principios de agosto, hay dificultades de acceso a los pacientes. Algunos centros de salud te dan 15 días para una cita telefónica. Tras ella, el médico debe decidir si verte o no, y esto provoca una gran distorsión», señala González. Por otra parte, Sandoval advierte de que las citas telefónicas «van con demora», y si el médico de cabecera tiene que verte de forma presencial, «se demora más todavía».

Por su parte, desde el Clínico indicaron ayer que «el Hospital Virgen de la Victoria ha reforzado con más personal el laboratorio de Microbiología con el fin de dar una respuesta más ágil a la creciente demanda de PCR».

Las fuentes incidieron en que «como no podía ser de otra manera, todos los pacientes con criterio de realizarse una prueba diagnóstica de este tipo se la realizan, obteniendo los resultados en un máximo de 24 horas». «Por tanto, no existen demoras en la realización de la prueba cuando está indicada por un profesional siguiendo los protocolos actualizados. La dirección del centro desea agradecer a este servicio su encomiable labor en la lucha contra la Covid-19», aseguraron.