Los contactos preliminares entre Unicaja Banco y Liberbank para una posible fusión, reconocidos este pasado lunes, han pasado ya a ser oficiales. Ambas entidades han celebrado hoy miércoles sendos consejos de administración para iniciar formalmente las conversaciones donde se negociará la eventual fusión.

Fuentes cercanas han comentado a este periódico que el consejo de Unicaja Banco ha acordado la contratación del despacho de abogados Uría Menéndez como asesor legal, de Mediobanca como banco asesor de inversión y de Price Waterhouse Coopers (PWC) como encargado de elaborar la "due diligence" (la auditoría legal) de estudio de la posible operación corporativa con Liberbank. Durante esta fase, los dos bancos se intercambiarán información y tendrán acceso a sus respectos libros.

Liberbank, por su parte, ha designado a Deloitte para elaborar la auditoría, a Ramón y Cajal como despacho y a Deutsche Bank como asesor de inversión.

En ambos casos, son los mismos asesores a los que se dio mandato durante el intento de fusionar ambas entidades que tuvo lugar el pasado año (la operación se frustró entonces al no llegar a un acuerdo sobre la ecuación de canje), por lo que se podría esperar que el proceso de auditoría fuera ahora más breve que entonces, cuando se alargó durante varios meses. En todo caso, la elaboración de la "due diligence", de entrada, puede llevarse más un mes.

En principio, la ecuación de canje que se barajaba el pasado año para la nueva entidad era del 60% a favor de Unicaja por otro 40% de Liberbank. De hecho, la operación se planteaba como una absorción del banco asturiano a cargo de Unicaja. Sin embargo, Liberbank luchó por llevar su peso al 45% y dejar a Unicaja en un 55%. Al final, las diferencias pesaron más y truncaron la operación.

Ahora, por contra, voces en el sector creen que habrá voluntad para buscar el acuerdo, que podría estar en un punto medio de ambas posiciones. La ecuación de canje, es decir, la participación de cada entidad en el grupo resultante, se elabora teniendo en cuenta diferentes factores como el tamaño, los modelos IRB y otros elementos del negocio como la tracción comercial.

Una vez que finalice la due diligence, y con todos los números sobre la mesa, los consejos deberán decidir si dan su visto bueno a una operación que daría lugar a la quinta mayor entidad por volumen de activos en España (ya materializada la fusión entre CaixaBank y Bankia), al sumar 108.826 millones de euros (63.002 millones de Unicaja y 45.824 millones de Liberbank, según datos de junio de 2020).

La entidad combinada tendría una plantilla de 9.972 empleados (6.274 de Unicaja y 3.698 de Liberbank) y una red de 1.608 oficinas (1.029 de Unicaja y 579 de Liberbank).

El año pasado, antes de que las negociaciones se rompieran, se había pactado ya que la sede central de la futura entidad estaría en Málaga y estaría presidida de forma ejecutiva por Manuel Azuaga, presidente de Unicaja, mientras que el consejero delegado de Liberbank, Manuel Menéndez, quedaría como número dos. El banco malagueño también tenía atada la continuidad de Unicaja como nombre comercial en la fusión.