La pandemia del coronavirus está retrasando los contactos entre empresarios y sindicatos para renovar los convenios colectivos de diferentes sectores productivos a los que les tocaba negociar este año en la provincia, y que afectan a un conjunto de casi 100.000 trabajadores malagueños. En concreto, hay nueve convenios sectoriales que estaban en alguna fase de su negociación cuando estalló la crisis sanitaria en el mes de marzo, lo que obligó a paralizar en ese momento las conversaciones, que no han vuelto prácticamente a retomarse hasta este pasado mes de septiembre, una vez pasado el verano, según explica a este periódico el secretario de Acción Sindical y Medio Ambiente de CCOO en Málaga, Juan Antonio Perles.

Entre los convenios pendientes de negociación figuran algunos tan significativos como el del comercio, con más de 60.000 trabajadores incluidos, el de oficinas y despachos, con 20.000, el transporte de mercancías, con 5.000, y el de automoción, con 3.500. Las circunstancias son variadas. Así, el de oficinas y despachos estaba cercano al acuerdo cuando se produjo el parón, mientras que en el de automoción sólo estaba constituida la comisión negociadora.

CCOO recuerda que hay además otros tres convenios todavía vigentes pero que expiran a final de este año (entre ellos, como ejemplo, el de limpieza de edificios y locales) que también deberán empezar a negociarse en breve. Entre los tres reúnen a unos 18.500 trabajadores más.

«La pandemia ha retrasado y paralizado las negociaciones desde marzo y ahora vamos poco a poco retomando cosas. Esta situación no puede bloquearnos», explica Perles en relación a los convenios pendientes. Las comisiones negociadoras están manteniendo reuniones presenciales cuando es posible (en salas con amplitud suficiente) aunque también se están realizando encuentros por videoconferencia.

Uno de los puntos de mayor interés de cara al futuro inmediato es saber si la delicada situación económica afecta a las peticiones de subida salarial que se planteen para los trabajadores. CCOO afirma que la pandemia «no puede servir de excusa a los empresarios para tirar a la baja en la negociación».

«No se trata de minusvalorar los problemas económicos que estamos viviendo, pero hay que recordar que ya se han articulado mecanismos específicos para las empresas en dificultades como los ERTE. Además, las empresas siguen teniendo la posibilidad de descolgarse de los convenios de sector», apunta.

A su juicio, no obstante, el Gobierno debería derogar cuanto antes la reforma laboral, algo que, según Perles, figuraba entre las promesas electorales de los partidos que conforman el Ejecutivo. «De esta forma se impulsaría aún más la negociación, porque la aplicación de los convenios de sector no podría ser bloqueada», añade.

El responsable sindical asegura que no contempla la hipótesis de que las empresas pretendan establecer una congelación salarial alegando el impacto de la pandemia. «No nos movemos en ese escenario y no lo damos como una posibilidad. Nosotros esperamos que la negociación colectiva transcurra durante los próximos meses en el marco de la mayor normalidad posible», señala. En todo caso, CCOO sí ve posible, como es normal en una negociación entre partes, que desde la parte patronal se busque que unos incrementos salariales más contenidos.

«Algunos mensajes estamos recibiendo en ese sentido desde el empresariado, alegando que el contexto ha cambiado radicalmente. Nosotros lo que queremos es negociar alzas razonables», afirma el responsable del sindicato, que sigue poniendo como referente el 2% de subida que en 2018 la CEOE recomendó a sus empresas en sus directrices sobre negociación colectiva. Para CCOO, el mantenimiento del poder adquisitivo de los trabajadores es también un elemento clave para evitar un desplome del consumo que traería aún más problemas en plena pandemia.

Fuentes cercanas a las negociaciones afirmaron, por otro lado, que la estrategia empresarial a corto plazo pasaría, más que por ofertar subidas salariales mínimas, por dilatar en lo posible las negociaciones colectivas para ver cómo evoluciona la pandemia en este tramo final de 2020 e inicios de 2021. «Más que endurecer posturas se trataría de ganar tiempo», aducen.

Por su parte, los empresarios afirman que a lo largo de estos últimos meses han estado muy centrados en tratar de garantizar la supervivencia de los empleos o en negociar la prórroga de los ERTE, por lo que consideran «lógico» que la negociación colectiva se haya dilatado. Fuentes de la Confederación de Empresarios de Málaga (CEM) creen además que ésta seguirá siendo la tónica en los próximos meses, por cuanto seguirá habiendo mayores prioridades. «No hay ningún sector desatendido, porque los convenios que expiren serán automáticamente prorrogados», dicen.

En la CEM explican que no se han planteado propuestas de congelaciones salariales ni revisiones, pero apuntan que el periodo de negociaciones que ahora se abre tendrá que adaptarse al contexto de la pandemia que, económicamente, es muy distinto al tiempo precedente. «Hay mucha incertidumbre, empresas en pérdidas... habrá que hacer un ejercicio de adecuación a esta realidad que ha presidido 2020 y que también se extenderá en 2021. No hablamos de medidas drásticas, porque lo que queremos es asegurar la actividad y el poder adquisitivo de los trabajadores. Pero todo eso, sin duda, se dejará notar en la negociación colectiva, que probablemente prolongará más de lo habitual», analizan.