El campo malagueño ha sufrido este año por segundo ejercicio consecutivo un descenso de facturación debido sobre todo a la caída en la cosecha de su principal producto, el olivar, y de una coyuntura dominada por los bajos precios. Las ventas agrarias han alcanzado en este 2020 los 682 millones de euros, su peor registro en ocho años, con una caída del 7% en relación al ejercicio anterior en un sector que, aunque lamenta la falta de rentabilidad de muchos de sus cultivos, se muestra satisfecho de la respuesta que ha dado a la sociedad en plena crisis sanitaria, asegurando en todo momento el abastecimiento de productos, según explicó ayer el presidente del colectivo empresarial agrario Asaja, Baldomero Bellido, en su balance anual.

El olivar es el segmento que más ha pesado en el retroceso de los números del campo, con una bajada del 37%, que han reducido la cifra de ventas a 141 millones de euros, 83 menos que el año anterior y su peor registro desde 2013. La floja campaña del aceite, motivada por una cosecha pequeña y el stock acumulado de años anteriores, ha propiciado además que, por primera vez, este segmento haya sido superado en Málaga por los subtropicales que, impulsados por el potente cultivo de aguacates en la Axarquía (con precios de más de dos euros el kilo en los mercados de origen), ha marcado un récord de 163 millones de facturación, con una subida interanaual de casi el 19%.

Así, el olivar, que otros años suponía hasta el 37% de las ventas del campo malagueño, ha bajado este año a un 25% en agricultura, mientras que los subtropicales suponen ya un 30%. En cualquier caso, se estima que este próximo año, cuando la cosecha de aceite vuelva a subir, el olivar recupere su tradicional primera posición.

Otra buena noticia es el incremento de ventas de los cítricos hasta superar los 70 millones de euros (+37,2 %), al haber sido un producto muy demandado en los meses de confinamiento.

«El sector del olivar ha descendido de forma drástica arrastrando a la baja la facturación, pese al incremento de los cítricos y los tropicales», apuntó Bellido, acompañado del técnico responsable de la oficina de Vélez-Málaga de Asaja, Benjamín Faulí, y del jefe de departamento de PAC, Santiago Sánchez.

Por otro lado, los cultivos hortícolas y tubérculos han facturado 143,8 millones, la cifra más baja en lo que va de siglo, con un descenso del 5,7%. Esta caída se observa sobre todo en la cebolla, el melón o las judías verdes. «Se trata, en general, de disminuciones moderadas en muchos cultivos, pero constantes en la mayoría de los productos, y que en los últimos tres años no han dejado de bajar», explicaron.

El subsegmento de agricultura (sin incluir ganadería) deja así una cifra de 568,5 millones, con una bajada del 7,3%. Asaja recordó que en 2019 ya descendió un 17,74% respecto a 2018 y espera que este próximo ejercicio, donde se espera mejor cosecha del olivar, revierta la tendencia.

El otro elemento definitorio del ejercicio ha sido el cambio de registros en los canales de comercialización: desciende la venta al canal de hostelería y aumenta el destinado a consumo en hogares, reflejo evidente de los cambios de hábitos que ha impuesto la pandemia. El cierre o las restricciones impuestas durante varios meses del año al canal Horeca ha impactado en segmentos como la ganadería ,que, en total, ha rebajado su facturación en torno a un 5% sobre 2019 y se queda con 113,7 millones de euros.

«El porcino blanco y la leche de cabra siguen siendo los sectores más importantes, pero con descensos. La carne de chivo y el porcino ibérico han sido dos sectores perjudicados de lleno como consecuencia de la Covid», apuntó Asaja.

«El año 2020 ha sido muy complicado para toda la sociedad debido a la pandemia de Covid-19. Comenzamos el año con grandes movilizaciones para defender el futuro del sector agrario, estratégico para la economía de la provincia, y que presenta problemas de tipo estructural. Durante los meses más duros de pandemia se puso de manifiesto la importancia vital que tiene el sector en la sociedad, ya que desde primera hora fue declarado «esencial», y no se ha dejado de producir en ningún momento, asegurando la alimentación de toda la ciudadanía. La situación a pesar de todo esto no solo no ha mejorado, sino que continúa con una gran devaluación de la puesta en valor de nuestros productos», resumió.

El colectivo también destacó como «gran problema» la falta de infraestructuras hídricas, «lo que sumado a un año extremadamente seco hace que la situación, como en otras ocasiones ha ocurrido, sea preocupante».

«La garantía de este bien tan escaso es crucial para el desarrollo de la agricultura, evitando el despoblamiento de las zonas rurales», explicó Bellido. Asaja no ve tampoco datos significativos de inversión en los Presupuestos Generales de Estado de 2021 ni en las cuentas de la Junta.