Urbanismo

Plazas de San Pedro Alcántara y del Teatro: ¿Reforma con riesgo de botellón?

La Asociación de Vecinos del Centro Antiguo considera ajena a la realidad la reforma con fondos europeos de las plazas de San Pedro Alcántara y del Teatro porque fomentará el botellón y el ruido.

El presidente vecinal Carlos Carrera (izq) y Joaquín Navas en la plaza de San Pedro Alcántara.

El presidente vecinal Carlos Carrera (izq) y Joaquín Navas en la plaza de San Pedro Alcántara. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

«Es un proyecto idealista pero no realista que no mejora la calidad de vida sino que la empeora», sentencia Joaquín Navas, vecino de la plaza de San Pedro Alcántara, miembro de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo y representante de este colectivo en la mesa de trabajo de Carretería-Álamos.

Las críticas van dirigidas al proyecto de renovación de las plazas de San Pedro Alcántara y el Teatro, con financiación de la Unión Europea. La asociación alerta de que si no cambia de raíz, sólo traerá más ruido y botellón.

«Da la impresión de que se han metido en un despacho sin tener en cuenta nada más. Son ideas muy peregrinas, fuera de la realidad y van a crear un problema que no existe», destaca el nuevo presidente vecinal Carlos Carrera.

Proyecto de reforma de este mismo espacio.

Proyecto de reforma de este mismo espacio. / L.O.

El caballo de batalla es lo que la Gerencia de Urbanismo define como «zonas de estancia», un eufemismo para referirse a los bancos para sentarse, mobiliario que se instalará con generosidad, empezando por los bancos corridos que rodearán los ficus de sendas plazas.

«Esto es la prueba de que no viven aquí y de no saber cómo funciona una discoteca, cuando la gente se sienta en la escalera y está cantando hasta las 6 de la mañana», lamenta Joaquín Navas.

En este sentido, los vecinos se muestran muy preocupados: «La única forma de que los bancos tuviesen sentido es que hubiese un vigilante 24 horas», ironiza Joaquín Navas, que vislumbra que la reforma supondrá, de facto, «la ampliación del ‘horario de las terrazas’ hasta las 5 de la mañana, porque todo esto es una terraza».

Los vecinos critican los bancos proyectados alrededor del ficus de la plaza del Teatro, así como los instalados para uso individual en este mismo espacio: «Hablan de espacios para que la gente se siente y admire el ficus. Vamos a ver, cruzando la calle hay un kebab con permiso 24 horas para comer y le están poniendo las mesas y las sillas para que, cuando salgan a las 4 ó 5 de la mañana, se vengan a comer el kebab y molesten a los vecinos», argumenta Joaquín Navas, que lamenta que este debate no se escuche a los vecinos.

El ficus de la plaza del Teatro, rodeado de bancos.

El ficus de la plaza del Teatro, rodeado de bancos. / L.O.

Precisamente, en un escrito de respuesta al proyecto, enviado el año pasado al OMAU por la asociación de vecinos, ponían el ejemplo de una reforma parecida, la del alargado banco que limita la plaza del Teatro Cervantes y que se ha convertido en la extensión de un negocio vecino de comidas y en un foco de ruido.

Restos de comida en el banco de la plaza del Teatro Cervantes.

Restos de comida en el banco de la plaza del Teatro Cervantes. / L.O.

Por este motivo, proponen que los bancos alrededor de los árboles se sustituyan por planchas circulares como la que rodea la gran ceiba junto al monumento a Herrera Oria, detrás de la Catedral.

Los vecinos piden este tipo de planchas para los ficus, en lugar de bancos.

Los vecinos piden este tipo de planchas para los ficus, en lugar de bancos. / A.V.

Parque infantil

El parque infantil proyectado tampoco gusta a los vecinos. «Queremos que haya un espacio para los niños pero no de esa manera», precisa el presidente Carlos Carrera.

Las críticas se centran en que el parque proyectado, en la plaza de San Pedro Alcántara, tendrá instrumentos musicales. «Es lo que decíamos al principio, es un proyecto realizado sin conocer cómo es la gente. El cencerro que el niño toca a las seis de la tarde lo está tocando por la noche el borracho de turno y sin que haya policía por aquí», advierte Joaquín Navas, que resalta que las dos plazas hacen de «cajas de resonancia», de ahí que los vecinos piden que no se incluya ningún instrumento musical.

La plaza de San Pedro Alcántara, con los instrumentos musicales.

La plaza de San Pedro Alcántara, con los instrumentos musicales. / L.O.

Con respecto al ruido, el presidente vecinal se teme que la tarima propuesta en parte de la plaza de San Pedro Alcántara funcione de «tablao» a altas horas de la noche y moleste a quienes viven en la zona.

Otro aspecto que critica la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo es la propuesta de farolas que no se adaptan al entorno, por lo que reclaman que se mantengan las farolas isabelinas.

En la respuesta enviada al OMAU, la asociación subraya que se tenga en consideración que en un radio de 100 metros hay «del orden de 6 o 7 discotecas» y entre «12 y 15 bares de copas», además del kebab y que por tanto el proyecto no puede potenciar la juerga nocturna.

«La primera premisa que pone Europa para financiar estos proyectos es que mejoren la calidad de vida de los ciudadanos. En este caso, la calidad empeora, así que el proyecto no tiene sentido», concluye Joaquín Navas.

Respuesta municipal

Las críticas, sin embargo, no parecen haber calado demasiado en el Ayuntamiento. En abril de hace un año, los responsables del proyecto contestaron a las quejas y sugerencias de varios colectivos y particulares e informaron de que las propuestas sobre cambiar o disminuir el mobiliario urbano eran «contradictorias con los objetivos que quieren conseguirse con la configuración de la plaza propuesta».

De los juegos infantiles informaron de que se mantendrían pero reduciendo el impacto sonoro con forros de fieltro en mazas y martillos. En cuanto al alumbrado, seguirá como se proyectó, para que los «potentes focos» no permitan «espacios oscuros o ‘de miedo’ alrededor del ficus».

Los vecinos, decepcionados, anuncian que seguirán luchando por una reforma más «realista».

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