Coronavirus

La Junta y los sanitarios creen precipitado retirar la mascarilla en el transporte público

El viceconsejero de Salud, Miguel Ángel Guzmán, asegura que esta medida es «ciertamente prematura», opinión compartida, entre otros, por el Colegio de Médicos - Entre los que defienden su eliminación argumentan que la situación del Covid-19 es «muy estable»

La mascarilla dejará de ser obligatoria en el transporte público. | EFE

La mascarilla dejará de ser obligatoria en el transporte público. | EFE / marta román. málaga

El uso de la mascarilla en el transporte público sigue generando expectación tras el anuncio de la ministra de Sanidad, Carolina Darias, sobre su retirada el próximo 7 de febrero. La decisión ha despertado discrepancias entre los retractores y los defensores de esta medida de salud pública. Mientras algunos llevaban ya algún tiempo demandando la eliminación de esta obligatoriedad, para otros esta determinación llega aún pronto.

Si bien la situación epidemiológica de la provincia parece acompañar esta decisión, las autoridades sanitarias recomiendan no relajar las medidas de prevención. «La evolución en estas últimas dos semanas ha sido muy buena, después del pico que hubo tras la Navidad y por el que reunimos al Comité de Expertos. Ahora la incidencia ha vuelto a bajar, tenemos alrededor de un 97% de residencias de mayores libres de Covid y la situación está controlada. Pero eso no significa que no debamos seguir utilizando la mascarilla en centros sanitarios o transporte público», defiende el viceconsejero de Salud y Consumo, Miguel Ángel Guzmán.

Todavía no ha terminado el frío, no hemos superado la incidencia de la gripe y del Covid que ha habido en las últimas semanas. Las mascarillas no solo previenen del coronavirus, sino también de otros virus

Así, para la Consejería de Salud la retirada de las mascarillas en este tipo de transportes es «ciertamente prematura». Según argumenta el viceconsejero, esta decisión no atiende a la situación del resto de virus respiratorios ni a la época de alta frecuentación: «Todavía no ha terminado el frío, no hemos superado la incidencia de la gripe y del Covid que ha habido en las últimas semanas. Las mascarillas no solo previenen del coronavirus, sino también de otros virus. Hay que prevenir, la prevención y la vacunación son fundamentales. Personalmente, y así lo pensamos todos en el Comité de Alerta, deberíamos esperar unas semanas más antes de plantearlo».

La postura de la Consejería de Salud contrasta con la opinión pública, pues siete de cada diez personas apoya la retirada de esta obligatoriedad, según una encuesta realizada por Ipson. Entre los que sí están de acuerdo en la eliminación de la mascarilla argumentan «la incongruencia de esta medida en otros espacios públicos donde se concentra mucha gente como centros comerciales o restaurantes». Además, refieren «un paso más hacia la normalidad». Por el contrario, los que defienden la continuidad de esta medida de prevención señalan que «todavía hay una gran incidencia de Covid-19 y que debería alargarse esta medida».

Pese a que esta decisión ha sido aplaudida por una amplia mayoría, los profesionales sanitarios confiesan sus reticencias. Desde el Colegio de Médicos de Málaga, su presidente Pedro Navarro, señala que la prudencia nunca viene de más: «El Covid no está todavía erradicado en su totalidad y las medidas preventivas como la mascarilla creo, personalmente, que deberíamos seguir manteniéndolas, sobre todo hasta que veamos como se manifiestan los virus este invierno».

Los profesionales sanitarios confiesan sus reticencias hacia la retirada de la mascarilla en el transporte

En esta misma línea, el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Málaga, Francisco Florido, sostiene que «personalmente diría que la medida es prematura. Pero una cosa es la obligatoriedad y otra la recomendación», apostilla. Por otro lado, desde el Colegio destacan que «nos parece un acierto el que en las farmacias, como establecimiento sanitario, se siga manteniendo la obligatoriedad de su uso, por la presencia de personas vulnerables».

Por su parte, el virólogo José Antonio López explica que «ahora es tan buen momento como dentro de dos meses, no va a cambiar mucho. Me parece que eliminar la obligatoriedad de las mascarillas es lógico porque es algo que tiene que llegar y ahora es un buen momento por la inmunidad colectiva que tenemos». Sin embargo, López aboga por el sentido común: «Seamos responsables, si un lunes a las ocho de la mañana el transporte está abarrotado, la mascarilla puede ser un elemento de protección bastante importante, mientras que a otra hora diferente no tendría sentido».

Síntomas compatibles

Por tanto, si hay algo en lo que sí parece haber unanimidad es en la responsabilidad colectiva. Si bien desde la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) consideran acertada la retirada de la mascarilla «debido a que la situación epidemiológica del Covid-19 es muy estable», su presidente, Óscar Zurriaga, insiste en la necesidad de utilizarla cuando se tenga algún tipo de sintomatología respiratoria.

De igual modo, desde el Consejo Andaluz de Enfermería y el Colegio de Enfermería de Málaga recomiendan seguir usando la mascarilla en aquellos casos en los que se manifieste algún síntoma de infección respiratoria, ya sea Covid, gripe u otras afecciones.

Además, las enfermeras recuerdan que, «a pesar de su retirada en el transporte público, el uso de la mascarilla seguirá siendo obligatorio en los centros, servicios y establecimientos sanitarios y en los centros sociosanitarios para los visitantes y trabajadores, tal y como aconsejan los expertos».

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La medicina personalizada y de precisión continúa desarrollándose en Andalucía con el objetivo de llegar a toda la población. Universal, gratuita y equitativa, esa es la meta final que persiguen todos los investigadores que avanzan cada día en la evolución de la denominada como medicina del siglo XXI. Por el momento, se encuentra «en una fase inicial y, sin embargo, avanzada». En la inauguración del Programa Andaluz de Formación en Medicina Personalizada y de Precisión se dieron a conocer ayer algunos de los últimos progresos.

«Nuestro genoma nos predispone o nos condiciona a padecer ciertas enfermedades, y si somos capaces de detectar esa predisposición o alteración en nuestro genoma seremos capaces de abordarlo haciendo diagnósticos muy precoces e, incluso, empezando a actuar a nivel genético», explicó el viceconsejero de Salud y Consumo, Miguel Ángel Guzmán, durante este programa formativo.

Así, la medicina de precisión se encarga de «buscar el diagnóstico molecular de las enfermedades. La ciencia es capaz de perfilar mucho más e irse al nivel genómico, al origen, donde ha variado alguna parte del ADN para provocar la enfermedad», traslada Guzmán. Y es en esta línea en la que se encuentran trabajando cientos de investigadores: «La medicina de precisión requiere un recorrido, es algo que estamos desarrollando e implementando al mismo tiempo», señala Isaac Túnez, secretario general de Salud Pública e I+D+i en Salud.

Por el momento, numerosos pacientes se benefician ya semana tras semana de ella. Desde el primer momento, la medicina de precisión se aplicó a todos los cáncer de pulmón, de endometrio, pediátricos o cáncer de mama precoz. Sin embargo, su uso se ha ido extendiendo hasta secuenciar otro tipo de tumores y enfermedades cardíacas, digestivas, respiratorias... «Es una medicina nueva que está basada en unas alteraciones genómicas y metabólicas de los tumores y de distintas enfermedades que hacen que haya tratamientos dirigidos que han conseguido cronificar la enfermedad», indica José Antonio Ortega, director gerente del Clínico.

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