Málaga se moviliza este viernes por el primer aniversario de la invasión a Ucrania

El primer aniversario de la «guerra a gran escala» en Ucrania concentrará este viernes en toda España a multitud de refugiados, residentes de aquel país y a voluntarios y donantes que deseen expresar su rechazo a una invasión que hace 365 días se unía a la ocupación en Donbás. En Málaga, el colectivo provincial Maydan Málaga ha convocado la manifestación a las cinco de la tarde en la plaza de la Marina.

Sólo dos horas más tarde se desarrollará la concentración en Madrid, concretamente en la plaza de España. Para la presidenta de la asociación Maydan Málaga, Maryana Kasiv, la movilización de hoy debe hacer recordar un primer encuentro multitudinario que se remonta al 24 de febrero del año pasado, cuando ya hubo un rechazo unánime «al país agresor» y una demostración del apoyo ciudadano a Ucrania, «que luego se convirtió en toneladas de ayuda, apoyo informativo, moral y material en forma de productos y ropa para personas refugiadas».

«Este terrible día es un día de recuerdo, respeto y agradecimiento a nuestros defensores. Os invitamos a que este viernes os unáis en oración por las víctimas de guerra. Y recordemos al mundo que nada ha terminado para nosotros. La plaza de la Marina se ha convertido en la plaza de Maydan para los locales, todo un símbolo de la libertad de los ucranianos», agrega esta joven que se siente también malagueña porque ha pasado sus últimos 15 años en la Costa del Sol.

Nos atiende desde Melilla, donde ha participado en un evento en el que dar a conocer la situación en su país de origen. Maryana ha vuelto a Kiev hace unas semanas y conoce de primera mano «la ayuda aún muy necesaria para miles de personas». Destaca de su reciente visita a Ucrania «el sonido persistente y casi ensordecedor de los generadores de electricidad». Porque los numerosos cortes en el suministro eléctrico han propiciado que hasta las cafeterías dispongan en la calle de un generador, anclado al suelo o a la pared, con el que no ver interrumpida su actividad en caso de un nuevo apagón.

Así es como se vive la guerra. A ratos generadores, a ratos las alarmas y por momentos el pánico. Porque desgraciadamente las víctimas civiles no han dejado de crecer en un escenario bélico que, además, se enfrenta ahora a las gélidas temperaturas invernales. «Seguimos recogiendo mucho material de ayuda o ropa, porque las donaciones son muy necesarias justo doce meses después, cuando mucha gente se olvida del conflicto por la distancia, en las dependencias del polideportivo de la UMA en Teatinos. Allí es donde tenemos oficina y punto de recogida», apunta Maryana Kasiv.

El horario de entrega de donaciones es de lunes a viernes, de 15 a 18 horas, y los sábados, de 12 a 18. Ahí se incluye la iniciativa del armario solidario, gracias a la coordinación de un grupo de voluntarios que también acondicionan las cajas y los vehículos de transporte. Llegan a ser más de una veintena de personas que cooperan de manera permanente, «y hacemos llamamiento cuando toca cargar camiones».

Málaga es una provincia muy acogedora. De hecho, unos 8.000 refugiados han encontrado acomodo de los más de 12.000 que llegaron inicialmente a la provincia. Muchos buscaron otro destino al no encontrar trabajo o preferir volver al país. Maryana relata que su colectivo en la capital canalizó toda la ayuda, incluso la institucional, pero posteriormente se establecieron «otros puntos de recogida y coordinación en Marbella o Fuengirola».

Para esta joven que ha pasado la mitad de su vida en Málaga uno de los peores momentos de los 365 últimos días lo pasó cuando supo de la muerte de un amigo suyo, de poco más de 30 años y con dos hijos. Era poeta y escribía sobre Ucrania: «Lo consideraban radical y nacionalista. Yo sin embargo lo considero como un patriota. Lo mataron en abril del año pasado. Estando en Ucrania me avisó su hermano. Fue la primera muerte que viví de manera tan cercana. Cuando conoces a alguien es un poco distinto, aunque a mí me duelan todas las víctimas. Llegué a pensar que quizás se habían equivocado. Pero supimos que un trozo de metralla le atravesó todo el cuerpo», finaliza.

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