Automóviles

La mitad de los talleres de Málaga echará el cierre por culpa de las zonas de bajas emisiones

El sector de la automoción prevé perder más de 4.000 empleos directos durante la próxima década, que suponen más del 25% de los que mantiene actualmente en la provincia - La llegada del vehículo eléctrico agrava la crisis de los talleres

El empresario Adolfo Trigueros, ayer, en las instalaciones de Bosch Service que posee en las proximidades de La Carihuela.

El empresario Adolfo Trigueros, ayer, en las instalaciones de Bosch Service que posee en las proximidades de La Carihuela. / Álex Zea

Fran Extremera

Fran Extremera

Las luces de emergencia están encendidas en el sector de la automoción. En una provincia con una alta tasa de movilidad, sin ferrocarril hacia la comarca de la Axarquía e incidencias en la línea de Cercanías de Málaga a Fuengirola, donde tampoco se esperan avances hasta alcanzar Marbella, los utilitarios son casi imprescindibles. Pero la implantación de zonas de bajas emisiones en los municipios de más de 50.000 habitantes amenazan la clausura de la mitad de los talleres mecánicos para la reparación de vehículos.

Los portavoces del sector calculan que unos 4.000 empleos directos desaparecerán sólo en la provincia durante la próxima década. Representan alrededor del 25% de los que mantienen los talleres mecánicos malagueños. «Estamos ante la tormenta perfecta, porque súmale la inflación, que afecta y mucho a los precios de las piezas y recambios, y los altos costes de los combustibles a la nueva normativa comunitaria».

En efecto, Europa dicta que en 12 años se prohibirá la venta de vehículos que funcionan con combustibles fósiles. No obstante, la implantación de zonas de bajas emisiones en el centro de las ciudades es una amenaza a muy corto plazo. «Tampoco son solución los coches eléctricos, como hemos defendido más de una vez, por la poca sostenibilidad de los procesos para fabricar baterías o para elaborar placas solares en las instalaciones de recarga», alegan las mismas fuentes.

En Málaga, el empresario Adolfo Trigueros, que pertenece a una saga que fue pionera en la provincia dentro de este sector, alega que no sólo están en riesgo los talleres. «Como presidente del Círculo de Empresarios de Torremolinos, la preocupación es máxima por la desaparición que va a generar la medida de muchos pequeños comercios en los centros históricos», sostiene.

«No estamos en contra de estas medidas. Somos un colectivo muy concienciado con el reciclaje y el respecto a nuestro entorno medioambiental. Lo que exigimos son medidas acordes a la realidad de las ciudades. Torremolinos, por ejemplo, es una ciudad con muy poca contaminación. Las brisas marítimas contribuyen a que las emisiones apenas tengan impacto en el municipio», afirma este histórico emprendedor, hijo y nieto de mecánicos.

«Podrían determinarse medidas contra la entrada de los vehículos de gran tonelaje, por ejemplo, en las grandes ciudades. Pero tomar una medida de este calado va a ser la ruina para miles de personas. En España se habla de unos 90.000 trabajadores que irán al paro por todos los cambios normativos que tenemos sobre la mesa. En este horizonte de diez años, además, serán muchos más los empleos indirectos afectados», añade el propio Trigueros.

Diferentes organizaciones calculan que la implantación este año de zonas de bajas emisiones en ciudades de más de 50.000 habitantes condicionarán la circulación de casi 4 millones de vehículos que carecen de etiqueta ambiental, de los casi 11,5 millones de coches que circulan por las ciudades españolas con obligación de tener zonas de estas características. Y un estudio de la consultora Solera, especializada en datos y servicios integrados en la gestión del ciclo de vida de los vehículos, concluye que más de 2 millones de turismos pueden acabar a corto plazo en el desguace, «ante las restricciones que tendrán a la hora de circular».

Además, los conductores «siguen teniendo dudas a la hora de decantarse por un motor u otro a la hora de adquirir un coche nuevo», como apunta Trigueros, por lo que todas las operaciones de compraventa andan condicionadas, justo cuando aumentan las restricciones para el tránsito de los vehículos antiguos. «Viene un futuro muy oscuro, justo cuando la economía de muchas familias, por culpa de la inflación, está mermada respecto a la situación que se vivía antes de la pandemia», concluye este portavoz.

Horizonte 2035: sin vehículos nuevos de combustión

El primer revés para los talleres de reparación lo supuso la aprobación, por parte de la Unión Europea, de la normativa que anula la posibilidad de adquirir un vehículo de combustión a partir del año 2035. Estas empresas recuerdan que el utilitario eléctrico no es la solución definitiva para el camino hacia la sostenibilidad «cuando en Alemania, para generar electricidad, se ha vuelto al carbón».

Pero mucho antes de que llegue ese horizonte a 12 años, Europa empezará a aplicar este mismo año la obligatoriedad de establecer zonas de bajas emisiones en las grandes ciudades.

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