Mirando atrás

Pepe Puebla: el arte del buen Turismo

A sus 72 años y con más de medio siglo de experiencia en el mundo del Turismo, el malagueño Pepe Puebla, agente de viajes hoy jubilado y especializado en turismo receptivo, continúa colaborando para promocionar Málaga, la Costa del Sol y Andalucía en medio planeta

Pepe Puebla, este mes delante de la Alcazaba, con el libro sobre sus vivencias y anécdotas sobre el mundo del Turismo.

Pepe Puebla, este mes delante de la Alcazaba, con el libro sobre sus vivencias y anécdotas sobre el mundo del Turismo. / A.V.

Alfonso Vázquez

Alfonso Vázquez

Este domingo, Pepe Puebla seguirá recorriendo varios países de la Península Arábiga en su recorrido para promocionar el destino Málaga-Costa del Sol-Andalucía. «La labor es ardua, hay cientos de destinos turísticos en el mundo que hacen lo mismo», comentaba hace unos días, poco antes de emprender el viaje. 

Parte de un bagaje de casi medio siglo, hoy superado, lo recogió en 2018 en el libro ‘Pepe Puebla. Vivencias y anécdotas de una vida laboral diferente-Turismo MICE 1970-2017’, que publicó a beneficio de la Asociación Española Contra el Cáncer. 

A los 8 años, cuando estudiaba en el Colegio de Gamarra.

A los 8 años, cuando estudiaba en el Colegio de Gamarra. / Archivo Pepe Puebla

Este cordial malagueño nació en 1951, hijo de un ama de casa y de un trabajador de Televisión Española y el No-Do, pasó su infancia en El Perchel, estudió con las monjas de Gamarra -«una experiencia, eran muy estrictas», recuerda- y con 12 años la familia se marchó a vivir a Ciudad Jardín

El destino quiso que su padre hiciera negocios y ayudara a un almejero que se hizo tan de oro vendiendo almejas, «que como agradecimiento nos regaló un piso en Armengual de la Mota». 

Pepe Puebla, con 17 años, cuando decidió independizarse y labrarse un futuro en el Turismo.

Pepe Puebla, con 17 años, cuando decidió independizarse y labrarse un futuro en el Turismo. / Archivo Pepe Puebla

Eran casi los tiempos en los que Pepe decidió independizarse. Tenía 17 años y como explica, «sin que mi padre lo supiera» hacía pequeños trabajos en el mundo del Turismo «como llevar a la gente desde el aeropuerto a los hoteles y distribuirlos, cuando todavía no existía la turoperación; era otra cosa». Fue también un momento decisivo porque en esos finales 60 se apuntó a la Academia Berlitz de calle Santa María para aprender inglés, en una época en la que aún imperaba el francés. 

«Veía que lo que sería mi futuro, lo que me iba a dar de comer eran los idiomas», recuerda quien hoy habla inglés y francés a la perfección. Acertó de pleno. Además, aprovechó esos años para, con lo ahorrado, marcharse a estudiar a Inglaterra. «Siempre había soñado con ir a Londres», confiesa. 

Fue entonces cuando su padre le habló de un posible puesto en el antiguo Aeropuerto de Málaga, en la oficina de información. Allí estuvo trabajando cuatro años. «Por entonces no había mucha gente que hablara idiomas», destaca. 

Tan bien se desenvolvía, que lo vio el propietario de una agencia de viajes de visita en Málaga y a la semana le envío una persona para contratarle. «A mí lo que me ha gustado siempre es la comunicación. Le dije que siempre que pudiera contactar con clientes cada día, porque si iba a estar en una oficina con el télex, que no contaran conmigo». El propietario aceptó las demandas del joven malagueño y Pepe Puebla entró a trabajar en una empresa catalana que en la actualidad es la conocida agencia ‘Juliá’. 

Sería el año 73 o el 74, la empresa tenía su sede en el centro de Torremolinos y Pepe recuerda que la agencia «comenzaba a traer a norteamericanos golfistas, en una época en la que las bolsas de golf no se podían alquilar y a los mejor, para 10 personas necesitabas dos autobuses». Empezaba así una larga carrera en el turismo receptivo, el que capta y recibe turistas, en esos inicios sobre todo norteamericanos «y luego vinieron de otras nacionalidades».

Noticia de la promoción española en una feria turística de incentivos en Chicago, a finales de los 70 o primeros 80. Pepe Puebla, de pie, es el segundo por la derecha.

Noticia de la promoción española en una feria turística de incentivos en Chicago, a finales de los 70 o primeros 80. Pepe Puebla, de pie, es el segundo por la derecha. / Archivo Pepe Puebla

El negocio evolucionó y surgió la empresa Central de Viajes, Pepe Puebla estaría 14 años con los catalanes y hasta aprendió catalán para no perderse ni un detalle de las reuniones. 

¿Cómo eran esos primeros norteamericanos que venían Málaga?: «Era un destino novedoso que en aquella época no existía, los americanos iban sobre todo a Italia y de España no conocían nada... una referencia a la paella de vez en cuando», aclara el experto, que explica que firmaron acuerdos en exclusiva con varias agencias de EEUU. 

«Venían al aeropuerto de Málaga, se les prestaba el servicio normal de traslado al hotel, en Torremolinos iban al Carihuela Palace, que era un hotelazo y después el grueso a Estepona, al Atalaya Park porque tenían dos campos de golf y 700 habitaciones. Allí hicimos movimientos de cientos y cientos de americanos», recuerda. 

Eran unos años en los que a Málaga «no venía nadie y todavía no había alemanes en Torrox», detalla; todo se circunscribía a la Costa del Sol occidental. 

Técnica Viajes

En 1983, Pepe Puebla, que había adquirido mucha experiencia en todos esos años decide volar solo y montar su propia empresa.  Con la nueva aventura se llevó mucho negocio del trabajo anterior, «porque querían a Pepe no a ellos y eso todavía pasa, que una persona con muy buenas relaciones y con clientes a nivel nacional e internacional pues confían en ti, tampoco hacía falta que tocaras puertas, es que vinieron solos».

Empezaba así Técnica Viajes, centrada igualmente en el turismo receptivo, todo un reto y mucho trabajo «porque con los negocios nuevos tienes que conservar la clientela que acaba de llegar y después buscar nueva». 

Pepe Puebla, con un grupo de turistas americanos, tras finalizar en 2005 el Camino de Santiago.

Pepe Puebla, con un grupo de turistas americanos, tras finalizar en 2005 el Camino de Santiago. / Archivo Pepe Puebla

Como explica, hicieron un gran esfuerzo con el mercado inglés, «cuando los ingleses eran otro tipo de clientela, no la 'cervecera'; empezamos a distinguirnos como turismo de calidad». 

Durante las Olimpiadas de Barcelona, por cierto, pese a tratarse de un mercado demasiado acotado lograron paquetes de viajes y unas dos mil personas de Estados Unidos acudieron a los Juegos, «muchos de ellos familiares de deportistas, algunos se llevaron medalla y recuerdo que hicimos fiesta en los hoteles para celebrarlo».

El experto malagueño, en 2008 en la presentación del destino turístico de Marbella en Acapulco.

El experto malagueño, en 2008 en la presentación del destino turístico de Marbella en Acapulco. / Archivo Pepe Puebla

En los 90, por cierto, ampliaron al mercado nacional, ligado a los grandes congresos, «y siempre por la ley, hemos perdido muchos negocios por ir por el camino que se debe ir», apunta. 

En la actualidad, aunque jubilado, su mujer continúa con la empresa y Pepe Puebla sigue colaborando, sin parar de viajar. De hecho, cuando habló con La Opinión acababa de volver de un viaje por Canadá, EEUU y Brasil. 

En una reciente Feria Intl de Turismo en Teherán.

En una reciente Feria Intl de Turismo en Teherán. / Archivo Pepe Puebla

Sin descartar en el futuro un próximo libro con nuevas reflexiones y experiencias, es inevitable preguntarle por el éxito turístico de Málaga. Pepe confía «en que no nos suceda como Barcelona, que murió de éxito por abrir las puertas al cliente de lujo y al de la mochila».

Todo un experto con pedigrí y las mismas ganas por seguir aprendiendo y disfrutando del arte del Turismo.  

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