Aumentan los casos de ansiedad y depresión entre los médicos malagueños

Los problemas de salud mental de los médicos se han agravado tras la pandemia del covid-19 y el número de profesionales que recurren al Programa de Atención Integral del Médico Enfermo (Paime) no deja de crecer. Desde el año 2020 hasta el día de hoy, 117 médicos malagueños han sido atendidos por este programa en Málaga, según los datos facilitados por el Colegio de Médicos de Málaga, responsable del mismo en la provincia. 

A nivel nacional, en los dos últimos años (2021-2022) se han atendido a 1.711 nuevos profesionales, un 40% más que en los dos años previos y el doble que hace cinco, antes de comenzar la pandemia, según los datos que la Fundación para la Protección Social de la Organización Médica Colegial (FPSOMC) ha dado a conocer en el Informe PAIME 2023.

Deterioro del sistema sanitario

José Miguel Pena, secretario general del Colegio de Médicos de Málaga y director del programa Paime en Málaga, donde lleva 12 años funcionando, confirma que un «alto porcentaje» de médicos sufren problemas de ansiedad y depresión. Explica que, aunque se trataba de una tendencia creciente, la pandemia y la presión actual del sistema sanitario han sido los desencadenantes de este aumento de los problemas de salud mental de los facultativos. 

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«Los aplausos de la pandemia se han tornado en un incremento de la presión por parte del sistema y de las agresiones, tanto físicas como verbales, por parte de los usuarios», señala el doctor Pena, que asegura que este aumento de la presión ha atacado de una forma «brutal» a los médicos, especialmente a las mujeres y jóvenes. «Hay un deterioro del sistema sanitario importante y eso recae sobre uno de los pivotes fundamentales que son los médicos», recalca el psiquiatra, que explica que los principales motivos de demanda del programa en Málaga son la ansiedad y la depresión.

Programa Paime

El programa Paime es un programa colegial que se ocupa del diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de los médicos colegiados en ejercicio que estén enfermos (problemas de salud mental o adicciones) y que puedan representar un riesgo para la praxis, y, por tanto, para el cuidado de sus pacientes. «Ofrece toda la atención que ellos necesiten al nivel que haga falta, incluyendo incluso ser ingresados en centros que tenemos concertados, aunque estos son un porcentaje mínimo de los casos», apunta el doctor Pena, que asegura que las cifras reales son «bastantes más altas». 

«Los médicos no piden ayuda habitualmente y es raro que consulten con un psiquiatra previamente, normalmente se suelen automedicar», explica el director del programa, que indica que el estigma y la presión de que «los médicos tienen que ser más fuertes que nadie» supone otra barrera a la hora de pedir ayuda. «Hay que tener en cuenta que son personas muy perfeccionistas con un nivel de autoexigencia muy elevado, y eso, como consecuencia de la quiebra del sistema y de su actividad profesional, predispone a la ansiedad y a la depresión», añade.

Andalucía es la cuarta comunidad con más nuevos casos Paime (152) en los dos últimos años, debido a que, según el doctor Pena, el programa está funcionando cada vez mejor y siendo más accesible.

Según el informe, la mayoría de los médicos acude por iniciativa propia (58,7%); seguido por la indicación de un psiquiatra (16,6%), de un colega (12,1%), de un superior profesional (5%), de un familiar (3,7%) y de una unidad de riesgos laborales (3,2%). Asimismo, los últimos datos revelan que el trastorno mental ha sido el principal motivo de ingreso (84,9%), con mucha distancia respecto a las adicciones por alcohol (5,6%) o droga (3%).

Mujer, menor de 30 y médico de familia

El perfil más habitual, suelen ser mujeres (65%) menores de 30 años. Según el doctor Pena, esta mayor incidencia en mujeres se debe a que, además de que la profesión se está feminizado y que a nivel psiquiátrico se ha detectado que hay una mayor vulnerabilidad en el sexo femenino hacia la depresión, la mujer tiene más problemas de conciliación, «pues normalmente es quien se encarga de la casa, de los cuidados de los niños si se ponen enfermos o de los padres».

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Especialidad más afectada

El documento también destaca que la especialidad más afectada, con diferencia, es medicina de familia (47,7%), a la que, en el caso de Málaga se suma urgencias y unidades de cuidados intensivos. «Hay un elemento importante que es el tema de las agresiones a los facultativos que se han incrementado de una forma muy importante en los dispositivos de urgencias y de atención primaria. Y eso ha desencadenado el aumento de casos», subraya el doctor Pena, que recuerda que las tasas de suicidio entre médicos son más altas que en la población general. 

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