Hay misterios administrativos que ni una UTI (Unión Temporal de Ingenios) formada por la señorita Marple, Sherlock Holmes y Manuel González ‘Plinio’, el jefe de la Policía Municipal de Tomelloso, podrían dilucidar.
La administración tiene su propia medida del tiempo, por eso, han tenido que pasar siete años para que el Ayuntamiento de Málaga desvele un enigma que traía a los vecinos por la calle de la amargura.
Se trata del andrajoso terrizo del pasaje Ferrería de Heredia con calle Orfila, en Huelin. Los vecinos del bloque más próximo a este descampado, unas cien familias, llevan diez años denunciando el mal estado de la propiedad.
En noviembre de 2016 el concejal de la Carretera de Cádiz, Raúl Jiménez, les informó de que el terrizo era una propiedad privada, que el Consistorio limpiaba de forma periódica porque había pertenecido a un aristócrata, ya fallecido y no podía localizar a los herederos.
El pasado 29 de noviembre, los vecinos volvieron a protestar en este diario por la suciedad perenne en la parcela, que se usa como aparcamiento.
Ferrería de Heredia: sigue la pesadilla
Fuentes municipales informaron entonces que el solar es en realidad propiedad del Ayuntamiento (en concreto desde el bloque de los vecinos a la segunda línea de coches) y propiedad de Adif, desde ahí a la tapia del Cottolengo.
La parcela del pasaje Ferrería de Heredia es municipal y de Adif
Así que a los vecinos se les abre una puerta de esperanza, porque ya no tienen que reclamar la limpieza ‘al éter’. Resulta que esta mugrienta extensión pertenece a la administración municipal y a una de las divisiones de la antigua Renfe. En suma, dos entidades con más que solvencia, presupuesto y personal como para haber mantenido todos estos años el pasaje de la Ferrería de Heredia como un impoluto valle suizo.
Además de atender las quejas de los vecinos, esta sección inspeccionó la parcela y su entorno, con un mar de hojas secas, fruto de un imponente ficus. No es extraño que las ratas pululen por la zona, por la acumulación tenaz de basura y escombros.
El panorama se repite en la trasera de las últimas casas del Bulto y en la misma tapia del Cottolengo, pero también, en forma de crestas de porquería, en mitad del parking.
Ya no hay excusas. Si esta vergonzosa propiedad pertenece al Ayuntamiento de Málaga y a Adif, deben mantenerla con el decoro que la Gerencia de Urbanismo exige a todos los solares privados de Málaga.
De aquí a que se construya todo lo planificado en la parcela debería estar como los chorros del oro. Ánimo y a dar ejemplo.