Sequía

El Gobierno y la Junta avanzan en los trabajos previos para traer agua en barcos en verano al puerto de Málaga

La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, recuerda que el Estado ayudará a financiarlos y precisa que los técnicos de ambas administraciones están trabajando en las labores previas por si fuera necesario recurrir a esta medida extrema

La ministra Teresa Ribera, durante su visita de este lunes a Málaga.

La ministra Teresa Ribera, durante su visita de este lunes a Málaga. / Álex Zea

Cristóbal G. Montilla

Cristóbal G. Montilla

El Gobierno central y la Junta de Andalucía están avanzando en los trabajos previos para enviar agua en barcos en verano al Puerto de Málaga. Así lo precisó en su visita de este lunes a tierras malagueñas la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien no perdió de vista durante su intervención que la de Málaga es una de las provincias de España más afectadas por la sequía en España. 

En este sentido, Ribera se remitió al compromiso adquirido con el Gobierno andaluz por el Estado, que financiará el coste de la desalación y la conexión del agua desde las plantas desalinizadoras hasta las embarcaciones.

Así, la Junta se haría cargo del pago del transporte y, actualmente, estaría llevando a cabo la identificación de estos barcos y la adecuación de los puertos de Málaga, Algeciras y Carboneras (Almería).

A este respecto, Ribera aseguró que su ministerio está "siguiendo de cerca" las labores previas, una vez que "los equipos técnicos" de sendas administraciones "están trabajando por si fuera necesario" recurrir a esta medida extrema. "Ojalá no llegue a ser necesario, pero es importante estar preparados por si lo fuera", añadió.

Aunque la ministra celebró que las últimas lluvias han aportado "un cierto alivio a la situación compleja que vive Málaga", abogó "por ser cautos y anticiparse". "Hay que trabajar con escenarios realistas y de prudencia, tenemos el objetivo de garantizar el abastecimiento de agua en la agricultura y las ciudades, sobre todo en zonas como la de Málaga en la que el turismo tiene tanta importancia" recordó.

Eso sí, Ribera no perdió la oportunidad de enviar un recado al adversario político y -al igual que ya hizo en otra ocasión- recordó que la situación de sequía en esta provincia sería mejor "si el Gobierno del PP no hubiera renunciado en 2012 a construir la desaladora de Fuengirola/Mijas".

La ministra hizo estas declaraciones en la sede de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) situada en el Parque Tecnológico de Andalucía (PTA), dónde a continuación participó en el coloquio 'Proteger el Mediterráneo desde Málaga' con la directora de la UICN, Grethel Aguilar. Con anterioridad a su llegada al PTA, Teresa Ribera había visitado también la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga.

Reunión con Juanma Moreno

El pasado 22 de febrero, la ministra mantuvo una reunión en Sevilla con el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, en la que se acordó que ambas administraciones cofinanciarían estos barcos con agua. En este encuentro quedó de manifiesto que la situación de la costa malagueña en verano sería prioritaria, una vez que se triplica o cuadruplica su población y el consumo del líquido elemento ronda un hectómetro cúbico al día.

Según las previsioones que maneja la Junta de Andalucía, la llegada de un barco diario a la comunidad con 100.000 metros cúbicos de capacidad le supondría al Ejecutivo autonómico un gasto de cinco millones de euros mensuales, si se tiene en cuenta que el transporte del agua supondría unos 170.000 euros cada vez que saliese una embarcación.

Por su parte, el Gobierno central haría frente al precio del agua desalada, que andaría entre los 60 y 70 céntimos por metro cúbico, y a su conexión con el buque. 

Según acordaron ambas administraciones, los recursos hídricos procederían de desaladoras del Mediterráneo que no están ahora a pleno rendimiento y no son titularidad del Estado. Antes de celebrarse la reunión, el Gobierno andaluz ya había negociado con la desaladora de Escombreras, situada en la ciudad murciana de Cartagena.