Victoria López se considera una mujer realista. Por eso el día que notó un picor en el pecho y un bulto en él no se lo pensó y acudió rápidamente en busca de ayuda.

"Sé que da miedo afrontar la realidad, pero es mejor atacar el problema cuanto antes. Por tu bien". Habla una mujer de 60 años que hace seis sufrió una masectomía (amputación de la mama) a causa de un cáncer y aún acude cada año a revisión oncológica.

Hoy se celebra el Día Mundial del Cáncer de Mama, una enfermedad que no es una posibilidad para muchas mujeres, sino un miedo real. Las mujeres de entre 50 y 65 años son el principal colectivo de riesgo, aunque los expertos insisten en que ninguna edad está exenta de sufrirla. Se estima que entre un 8 y un 9% de la población femenina padecerá cáncer a lo largo de su vida. Cada año se detectan en el país 16.000 cánceres nuevos que ocasionan 5.000 muertes. En la provincia se detectan entre 600 y 700 casos nuevos. Sólo la unidad de cirugía mamaria del Hospital Clínico ha operado a 374 mujeres en el último año, 273 de tumores benignos y 171 de cáncer.

Sí a la vida. Pero el mensaje de fondo es esperanzador. Manuel Molina, jefe de la unidad de cirugía de mama del hospital, asegura que en un 80% de casos la enfermedad remite y el paciente supera los cinco años de vida. Sin embargo, el diagnóstico precoz es indispensable para el éxito de los tratamientos y de la operación.

Molina incide en que algo más de la mitad de los tumores detectados se hallan en estadios iniciales y permiten un buen diagnóstico gracias, en buena medida, a las revisiones bianuales a mujeres mayores de 45 años implantadas por la Administración autonómica.

Por su parte, la Asociación Española de lucha contra el Cáncer destaca que un 30% de los diagnósticos precoces mediante mamografía permiten la remisión de la patología en casi el 100% de los casos y aconseja a todas las mujeres acudir cada año a revisiones ginecológicas.

Molina indica que la enfermedad puede superarse en un periodo medio de seis meses, si todo va bien, pero precisa tratamientos complementarios como la radioterapia o el tumor puede reaparecer en un 19% de casos.

Los factores de riesgo para sufrir este cáncer la constituyen haber sufrido un periodo estrogénico prolongado (una regla temprana y una menopausia tardía) y los antecedentes familiares. De hecho, Victoria López cuenta que ella estaba alerta porque el cáncer de mama había provocado dos muertes en su entorno familiar.

María Victoria Cerezo, psicóloga de la Asociación para la Atención de Mujeres Masectomizadas de Málaga (ASAMMA), afirma que un diagnóstico de cáncer suena en la mente de muchos pacientes a una "sentencia de muerte". "La actitud positiva ante la enfermedad y la implicación activa en el tratamiento son actitudes imprescindibles para afrontar la enfermedad", dice Cerezo. Por ello ASAMMA trata de desterrar miedos con información y el ejemplo de mujeres como Victoria López Precisamente hoy ofrecen una jornada informativa en el Colegio de Médicos durante la tarde.

"Cuando veo a mujeres recién operadas y les cuento que llevo seis años operada veo cómo se iluminan sus ojos", relata Victoria. Sin embargo, ella no se considera diferente de otras. "Los días previos a la revisión del oncólogo se me cierra el estómago. Cuando le entrego las pruebas clavo sus ojos en su cara por si distingo alguna señal de que algo va mal. El miedo es, hasta cierto punto, normal", añade.

Pero el cáncer no es el único enemigo que debe vencer la paciente. Tras la intervención, la pérdida total o parcial de un pecho es "una tragedia personal y social que hunde su autoestima porque el seno representa para ellas feminidad, maternidad, sensualidad...", señala la psicóloga de ASAMMA.

Victoria López recuerda una frase de su ginecóloga -"las mujeres somos mucho más que un par de mamas"- que le caló hondo. Tanto que no quiso volver a un quirófano para reconstruir su pecho y le ayudó a aceptarse a sí misma con serenidad.