Pablo, de La Cala del Moral, recaudó fondos antes del partido y posó con los jugadores del Málaga sobre el césped de Martiricos. Pablo tiene sólo siete años y ya a los nueve meses se le detectó un tumor. Su vida ha sido una pelea continua contra el cáncer. Y, precisamente ayer, que se celebra el Día Mundial contra el Cáncer, el pequeño Pablo trasladó su lucha a las inmediaciones de La Rosaleda. Si hace unos días estuvo en el vestuario del Unicaja, ayer estuvo en los aledaños del estadio de fútbol, en la previa del Málaga-Espanyol, y luego posó con los jugadores del Málaga sobre el césped antes del pitido inicial. La Peña Universitaria promovió esta acción de ayuda para la familia de Pablo. Además, ha instalado una hucha solidaria en su sede.