El Málaga CF mira con un ojo al mercado de fichajes y con otro a lo que pueda suceder en el seno de su plantilla. Y es que, en las oficinas de Martiricos están pendientes de cualquier movimiento en concepto de salida y mover ficha para fichar. Esa es la premisa que tiene Francesc Arnau, director deportivo. Salvo excepciones como jugadores que puedan llegar a coste cero, como el caso de Adrián González, o la contratación de un portero de garantías, el club no tiene previsto hacer ningún desembolso hasta que no se produzca alguna venta.

En ese sentido, todas las miras están puestas en Sandro, Camacho y Fornals, jugadores muy apetecibles este verano y por los cuales ya se han interesado muchos equipos grandes. La parcela deportiva del club trabaja sobre todos los supuestos, tanto en el caso de que pueda retener a sus tres futbolistas más cotizados o ante la posibilidad de que alguno de ellos llegue con una oferta suculenta y tome las de «Villadiego».

A nadie se le escapa en las oficinas de La Rosaleda que el que más posibilidades, a día de hoy, tiene de marcharse es Sandro. En ese sentido, Arnau se ha mostrado reacio a dar por perdido al delantero canario, aunque es consciente de que su cláusula de seis millones de euros supone un chollo para cualquier club con un mínimo potencial económico. Incluso, Míchel ya lo da por perdido y todo apunta a que su destino la temporada que viene será el Atlético de Madrid.

En todo caso, el Málaga esperará hasta el último momento para retener a toda costa al jugador. Visto que el canario ni su representante han reaccionado ante la oferta de renovación presentada semanas atrás, contemplan la opción de una cesión por parte del Atlético en el caso de que acabe recalando allí y el TAS ratifique la sanción por la que no podrán inscribir jugadores hasta la ventana invernal de fichajes. Muchos supuestos, sí, pero todos contemplados por el Málaga con el fin de retener a su estrella aunque no sea en propiedad.

El Málaga maneja una lista «A» de delanteros contrastados para sustituir a Sandro si finalmente se marcha como parece que va a suceder; y otra lista «B» con arietes a coste cero, posibles cesiones o libres para acompañar al canario si consiguen retenerlo de un modo u otro. «Tenemos bastantes nombres, pero es un puesto delicado, los goles son puntos . Ahí tenemos que acertar. El hecho de tener a Sandro nos ha permitido tener un gran rendimiento.

La dirección deportiva está buscando esos nombres, luego hay giros en el mercado, jugadores que no estaban en mercado y ahora sí lo están... el trabajo de scouting está pendiente de todo eso».

El caso de Camacho es algo más complejo que el de Sandro. El capitán cuenta con una cláusula más alta, 18 millones, y mantiene un tira y afloja con el club en lo que a su renovación se refiere. El pasado verano protagonizó el culebrón del verano ante una «casi» hecha venta al WBA inglés que a última hora no fraguó. Tras truncarse su salida, Camacho y el club se sentaron a negociar una renovación y una mejora de contrato que todavía no ha fructificado.

Por ello, son varios los clubes que han llamado a la puerta del maño, abierto a escuchar ofertas siempre y cuando sean beneficiosas para todas las partes. El Valencia ha sido el equipo que más interés ha mostrado hasta el momento, incluso con una propuesta verbal el pasado mercado invernal. El Atlético de Madrid, club del que vino al Málaga hace ya siete temporadas, también se ha interesado en recuperarlo debido al «envejecimiento» de sus mediocentros titulares, según apuntó días atrás «Málaga Hoy».

Desde Valencia también se ha deslizado un supuesto interés de la entidad che por Pablo Fornals, una de las revelaciones de esta temporada en el Málaga. El canterano también cuenta con una elevada cláusula y Míchel ya ha dicho que quiere edificar el proyecto en torno a la figura del internacional castellonense. En ese sentido, en las oficinas del club no ven con malos ojos que el jugador no haya sido convocado por Albert Celades para el Europeo sub’21 de Polonia. Un gran escaparate en el que los equipos grandes de Europa suelen pescar sin concesiones.