El Málaga CF de la temporada 2017/18 tiene un objetivo que le hace casi perder el sueño y no es otro que liberar masa salarial. La confección de la plantilla se verá afectada por una rebaja considerable del tope salarial este curso y el club necesita vender para soltar lastre, para poder fichar e incluso para poder mantener algunas de sus piezas preciadas.

En esa tesitura se mueve el Málaga CF estos días, que tiene atados a cinco jugadores para convertirlos en nuevos fichajes, aunque cada uno con sus peculiaridades -Adrián, Baysse, Roberto, Andrés Prieto y Juankar-, pero que también necesita hacer hueco y sobre todo, liberar masa salarial.

Dejar salir antes de entrar toma vigencia en Málaga, que necesita movimiento en su parrilla de salida estos días. Y es que Francesc Arnau y Míchel han diseñado las líneas maestras del próximo Málaga y también han contemplado las bajas que se pueden dar, ya sea por ventas o por jugadores que no entran en los planes blanquiazules.

En ese sentido, hay dos jugadores que están con muchas opciones de salir en los próximos días e incluso horas, según se tercien las negociaciones. Son jugadores de peso, con un importante salario y que liberarían masa salarial e incluso por los que se podría hacer caja, lo que aliviaría la necesidad para acudir al mercado.

El primero es Sandro, que tiene una ficha elevada -llegó gratis del FC Barcelona y se colocó uno de los mejores sueldos del plantel-. El club espera solucionar cuanto antes su salida, una vez que no se ha pronunciado -y por lo tanto se entiende que ha declinado- la oferta malaguista para ampliar su vínculo de blanquiazul. La salida de Sandro, previsiblemente al Everton a tenor de los últimos acontecimientos -estuvo en tierras inglesas el pasado fin de semana-, dejaría un buen pellizco en las arcas del club para poder salir a fichar en busca de refuerzos, que sin duda hacen falta. Seis millones de euros que serían un alivio dadas las estrecheces con el límite salarial.

La otra posible marcha que también aliviaría la masa salarial de la plantilla es la salida de Carlos Kameni. El guardameta es también otro de los jugadores que más cobra de la plantilla y dado que su rol será relegado a un segundo plano con la llegada de Roberto Jiménez desde el Espanyol, el camerunés busca equipo. El Fenerbahce turco es el que más interés ha mostrado y su marcha también podría estar próxima, aunque en principio en calidad de cedido. En cualquier caso, desprenderse esta temporada de la ficha de Kameni también dejaría un hueco considerable para nuevos salarios.

El portero tiene contrato hasta el año 2020, por lo que su marcha de manera definitiva se antoja más compleja.

El club también se ha desprendido este curso de varias fichas importantes como la de Guillermo Ochoa, que estaba cedido en el Granada pero que el club pagaba buena parte de la ficha del mexicano. Weligton, Duda o Charles tampoco continúan, aunque sus salarios no son de los más elevados.

Más salidas

Hay más jugadores que pueden abandonar la disciplina blanquiazul y que no entran en los planes deportivos del próximo Málaga. El club pretende «colocar» a Bakary Koné, Michael Santos, Mikel Villanueva -dependiendo de los centrales que se firmen-, Peñaranda o Tighadouini. Además, también vería con buenos ojos una salida de Chory Castro, que también tiene un sueldo elevado y sus opciones de tener protagonismo en la próxima campaña no estarían acorde con sus emolumentos.

La premisa es hacer caja, pero sobre todo liberar masa salarial. Hacer un hueco importante para lo que está por venir e incluso para abordar renovaciones de contrato de jugadores de la actual plantilla, como es el caso de Pablo Fornals e incluso de Ignacio Camacho, que vive un presente también por definir ya sea para seguir o salir.